Lorenzo: “Va a ser un año de caídas”

No solo se sucedieron las caídas en Austin, sino que ocurrieron en el grupo de cabeza, algo inusual, y sus protagonistas no están habituados a cometer demasiados errores en carrera. Que Rossi pierda el control de su moto o que a Pedrosa se le escurra la misma de las manos y acabe embistiendo a un tercero, Dovizioso en este caso, la víctima por segundo gran premio consecutivo, no es común. Ocurre, sin embargo, que los pilotos de MotoGP parecen estar preparándose para el campeonato que se les avecina, un Mundial repleto de accidentes. La causa tiene nombre propio: Michelin.

La nueva suministradora de neumáticos ha construido una goma delantera que gusta, por el agarre que ofrece, pero que no avisa. “Es muy sensible”, decía Pedrosa, que vio como la Honda se le escapaba irremediablemente y se llevaba por delante a Dovizioso en la frenada de la curva uno. “Antes cuando la perdías de delante, a veces, podías salvar la caída gracias al neumático trasero, ahora es imposible: si se te va de delante, pierdes la moto definitivamente”, explicaba Lorenzo, que se cayó en la carrera de Argentina, hace una semana. “Por lo que hemos visto, en cada circuito hay que buscar referencias de frenada nuevas, hay que adaptar el estilo de pilotaje y, por supuesto, los reglajes”, decía Iannone, que esta vez sí se subió al podio. “Cuando llegas a un circuito cuesta acostumbrarse y entender los nuevos puntos de frenada. Han cambiado. Encontrar el límite con estos neumáticos es difícil”, apuntaba Márquez, el ganador de la prueba.

Entre 12 y 15 vueltas

Lo que a unos se lo quitaron las gomas, a otros se lo dieron. Ocurrió con Márquez, el triunfador del día, que se arriesgó con la elección del neumático delantero. Optó por el blando. Y aunque se destruyó en los últimos giros por entonces su ventaja era tan grande que aquello no tuvo ninguna consecuencia en el resultado de la prueba. “Yo quería saber cuánto me podía durar el blando, porque con el duro no me sentía bien. He insistido y en Michelin me lo han dicho exacto: 'Entre 12 y 15 vueltas aguantará bien, de ahí en adelante, te espabilas'; y ha sido así. En la vuelta 14 he empezado a notar que se movía un poco más y he intentado bajar el ritmo. Por suerte ya tenía una distancia buena”, confesó. La estrategia la tenía clara: tirar en las primeras vueltas y conservar el margen ganado después. Le salió redonda.

Si bien, tanto él, que se cuenta entre los supervivientes, como Lorenzo, o los que este domingo acabaron por los suelos, ya han advertido que les aguarda una temporada dura: “Será un campeonato de eliminación, más que los últimos seis años. Por eso ahora me sabe un poco mal la caída de Argentina, donde podía haber sido quinto o cuarto. Ahora lo que tengo que intentar es que sea la única caída del campeonato. Todo puede suceder este año, porque a la mínima que no estés muy atento al neumático delantero te puedes caer. Va a haber más caídas”, decía Lorenzo.