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“Messi ha superado todos los límites”

El atacante Javier Saviola define su futuro y palpita el clásico

Con 16 años debutó en el primer equipo de River Plate. Dos años más tarde se convirtió en el segundo goleador más joven de la liga argentina, una marca que aún conserva Diego Maradona. Javier Saviola (Buenos Aires, 1981) jugó en River, Barcelona, Mónaco, Sevilla, Real Madrid, Benfica, Málaga, Olympiacos y Hellas Verona. Nueve equipos, seis países diferentes. De artillero precoz a trotamundos, El Pibito, a sus 34 años, busca un nuevo destino, busca seguir marcando goles.

Pregunta. ¿Todavía le dicen El Pibito?

Respuesta. Sí. Yo me río cuando voy por la calle y la gente me dice "Pibito, Pibito". Ya no tengo 16 años, tengo 40, pero cuando voy de la mano con dos hijos la gente me sigue llamando Pibito.

P. Cuando tiene que completar un formulario, ¿qué pone en profesión?

R. Sigo poniendo deportista. Lo de River fue sorpresivo. Me quedaba un año más de contrato y mi intención era cumplirlo y retirarme en River. Quería terminar mi carrera en donde la había empezado. En este momento, tengo que ordenar todo otra vez y ver si sigo jugando. Ahora estoy con mi familia y estoy muy bien. Feliz de estar todo el día con ellos. Pero también sé que tengo 34 años y todavía puedo exigirme un poco más. Pero no quiero jugar en un lugar en donde no este ni cómodo ni contento. Y eso es lo que quiero pensar bien.

P. ¿Qué le faltó en esta última etapa en River?

R. Cuando yo llegué de Verona tuvimos una charla con Gallardo en la que él me dejó claro desde el principio que iba a competir con todos los delanteros. Por más que en algún momento yo fui lo que fui tengo un enorme respeto por la gente. Y más allá de que a veces jugaba y otras no, yo no me sentía útil. No me sentía importante. Vi que la situación no iba y después de Japón, un viaje en el que tenía una expectación enorme por lo que significaba el torneo y jugar en River y contra el Barça, y no haber jugado ni siquiera un minuto, me bajoneó mucho. Hablé con Gallardo y tomé la decisión de dar un paso al costado. No quería seguir teniendo esa mochila. Siempre las cosas me habían ido demasiado bien y volver y que todo me cueste tanto... fue difícil.

P. ¿Qué equipo disfrutó al mejor Saviola?

R. En River el año en el que salí campeón por primera vez y que fui el goleador del torneo. Peleé palmo a palmo con Palermo por ser el goleador y para mí fue algo increíble. Después también el primer año en el Barça fue espectacular. Cuando llegué metí una cantidad de goles que nunca imaginé que iba a marcar. Y también uno de los mejores clubes en el que estuve fue en el Benfica. Compartí vestuario con Di María, Aimar, Tacuara Cardozo, David Luiz... era un equipazo y disfruté muchísimo.

P. ¿Cuando llegó a Barcelona estaba en un momento difícil de su vida?

R. No estaba lo suficientemente maduro para darme cuenta en dónde había caído. También era un momento difícil en lo personal por el fallecimiento de mi viejo, que era el sostén de mi familia. Él no me educaba con una charla sino con actos.

P. ¿Por ejemplo?

R. Cuando empecé a jugar en River un aficionado me pidió un autógrafo y yo no quise firmarlo. "Papá ya llegamos a casa", le dije. Me miró y me contestó: "¿Quién te pensás que sos? Esa persona trabaja 14 horas al día al rayo del sol. Le firmas el autógrafo y le pedís perdón". Cuando él se murió era un momento de tristeza total y a los tres días de haber perdido a mi viejo tenía el Gamper contra el Parma. Hice el gol, que fue uno de los más importantes de mi vida.

P. ¿En su momento, hubo demasiada expectación con su fichaje por el Barça en Argentina y Barcelona?

R. En mi carrera fui consciente de que no iba a jugar siempre estando en los clubes en los que he estado. Sabía que no era ni Messi, ni Ronaldinho ni Raúl. En el Madrid competía con Raúl, Van Nistelrooy, Higuaín y Soldado. Imagínese si con esos delanteros yo iba a la prensa y decía que iba a jugar siempre. Claro que la competencia siempre está y todos queríamos jugar. Pero hay que ser consciente de la magnitud del lugar en el que se está. En cada partido en el Barça yo trataba de disfrutarlo al máximo porque nunca sabía en dónde vas a estar al día siguiente.

P. Llegó al Barça en una etapa diferente a la que vive el club hoy...

R. El Barça en ese momento era complicado porque el club necesitaba títulos con urgencia y se compraban jugadores y no pasaba nada. Era una necesidad tremenda y fueron años difíciles. Pero la gente me tenía un aprecio tremendo y me apoyaron siempre.

P. ¿Ronaldinho cambió la historia de ese equipo?

R. Con lo que hacía adentro de la cancha disfrutábamos todos. Los jugadores, que lo veíamos entrenarse y jugar y que nos sorprendía día a día, y la gente. Los aficionados estaban acostumbrados a ver grandes jugadores pero lo que hacía Ronnie era increíble. Era show, era felicidad. Caños, sombreros, bicicletas, hacía lo que quería.

P. ¿Neymar le hace recordar un poco a Ronaldinho?

R. Son distintos. Nemyar tiene más velocidad, pero el show lo tienen los dos por igual porque los dos hacen fantasía. No se privan de nada. Si tienen que tirar un sombrero en la mitad de la cancha lo hacen. No tienen ningún problema.

P. ¿Messi tiene algo de Maradona?

R. Sí, cuando ves un vídeo de Messi y uno del Diego son parecidos. Los dos zurdos, llevan la pelota de la misma manera. Pero para mí Leo superó todos los límites. Todos se preguntan hasta cuándo va a seguir superando sus metas. Por ejemplo Ronaldinho tuvo su máximo apogeo en el Barça, pero eso solo lo llevo a ganar uno o dos Balones de Oro; Messi lleva cinco. Para mí a Leo le gusta superarse a él mismo. Y sabe que tiene todo para hacerlo. Además, es tremendamente competitivo, no se relaja ni jugando el Gamper. Él siempre quiere hacer goles.

P. ¿Cuál es la diferencia entre el Barça y el Madrid?

R. Es difícil de contestar porque son gigantes los dos. Por historia, por los jugadores que van a estar en el clásico. Te pones a pensar: Messi y Cristiano, Sergio Ramos y Piqué. Vas puesto por puesto y ahí te das cuenta de por qué son tan grandes.

P. ¿En Barcelona nunca se lo juzgó por pasar al Madrid?

R. Cuando me llegó la propuesta del Madrid no lo pensé ni dos segundos. En su momento, me preocupaba un poco cómo lo interpretaría la afición del Barça y lo entendieron bien. Siempre hubo un respeto mutuo, una química especial.

P. ¿Quiere volver a vivir en el extranjero?

R. Es algo a lo que me acostumbré. Estuve desde los 19 hasta los 34 años viviendo afuera, en distintas ciudades y si hoy me preguntas dónde está mi casa no sabría decirte. Ahora mismo no tengo casa. Cuando vengo acá me cuesta el quilombo del tráfico y ver por la televisión tanta gente inocente que se muere. Si acá pudiese tener la tranquilidad que tenemos afuera para criar a mis hijos nos quedaríamos.

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