Márquez o cómo tardar cuatro días en viajar a Termas de Río Hondo

No ha parado. Mientras algunos se han pasado la Semana Santa tomando el sol o degustando los manjares de su destino vacacional, él, Marc Márquez, ha estado practicando motocross un día y bicicleta de montaña al siguiente. Cuando el lunes por la mañana se fue al Aeropuerto de El Prat para tomar el avión que le tenía que llevar hasta el circuito de Termas de Río Hondo no sabía que las vacaciones se le iban a alargar más de la cuenta. Que se sepa, al piloto de Honda le costará cuatro días llegar a su próximo destino, el trazado argentino, por donde debería haber aparecido ya el miércoles.

Acompañado de su asistente y coordinador de entrenamientos, José Luis Martínez, Márquez se encontró en el aeropuerto de Barcelona con prácticamente todo su equipo de mecánicos y gran parte de la gente de HRC, además de su mánager, Emilio Alzamora. Todos debían haber llegado a Termas, la ciudad al norte de Argentina que acoge la segunda cita de la temporada, la tarde-noche del martes. Pero la habitual espera en la terminal catalana se alargó más de la cuenta. Y aquel tuit que escribió a los pocos minutos de tomar asiento en la sala VIP –“Destino Argentina. Empezamos con retraso, pero con alegría”– acabó por ser algo cenizo. Más de cuatro horas después, el dos veces campeón de MotoGP se volvía para casa.

Debería haber tomado un vuelo de British Airways con destino a Termas de Río Hondo, previa parada en Buenos Aires y con escala en Londres, pero el mal tiempo en la capital inglesa obligó a cancelar el vuelo. Sin embargo, HRC logró plaza para algunos mecánicos del equipo en dos vuelos distintos, confiando en que tanto el piloto como el resto podrían salir al día siguiente y estar en Termas el miércoles por la tarde.

No sería así.

No lo sabía el piloto de Cervera todavía. Pero no perdió el optimismo. Y como rara vez se cansa de entrenarse, aunque se haya pasado los últimos días haciéndolo, el chico aprovechó la mañana del miércoles para hacer otro poco de bici de montaña. Y lo publicó en las redes sociales: “Ayer se canceló el vuelo y saldremos hoy. Mañana de bici”, decía. Aquel “saldremos hoy” tampoco estaba tan claro como lo veía el piloto, que pudo, esta vez sí, volar desde Barcelona a Madrid. Pero se quedó allí.

Cuando se canceló su vuelo la noche anterior, todos los que no pudieron volar decidieron cambiar los billetes iniciales por otros de Air Europa. Así que debían salir por la tarde-noche de Barcelona a Madrid y de madrugada hacia Buenos Aires. Pero el primer vuelo se fue retrasando. Y se retrasó tanto que acabaron perdiendo el enlace. Y se quedaron en la capital de España. Y pasaron la noche del martes. No quisieron esperar al siguiente vuelo de Air Europa, al día siguiente de madrugada. Demasiado tarde. Así que probaron con una tercera compañía: Iberia. Salieron, definitivamente, a las doce del mediodía de este miércoles.

Y llegaron a Buenos Aires el miércoles por la noche. Desde allí las opciones que barajaban eran varias: volar a Santiago del Estero (o en su defecto a San Miguel de Tucumán) en un vuelo regular de dos horas, y luego conducir una hora en coche hasta Termas de Río Hondo o, en el mejor de los casos, tomar un vuelo privado desde Buenos Aires hasta Termas, que tiene un pequeño aeropuerto. Finalmente, embarcaron casi a las diez de la noche en un charter directos hacia Termas, donde aterrizaron ya el jueves 31 de marzo, de madrugada, en su cuarto día de viaje.

La conferencia de prensa oficial, en la que está prevista la presencia de Márquez, comienza a las doce del mediodía del mismo jueves. Pero las partes implicadas se han esforzado para que el chico pueda estar, tras semejante odisea de viaje, sentado a la mesa junto a Rossi y Lorenzo. Las nuevas normas aprobadas por la FIM y Dorna obligan a los pilotos a asistir a los eventos promocionales y a las conferencias de prensa que dependan del promotor del evento, so pena de sanción económica.