Quintana se lleva la Volta camino de su sueño amarillo

Hacía más de un año que Nairo Quintana no subía al podio como ganador. Fue en la Tirreno-Adriático de 2015. Desde entonces el ciclista de Movistar rozó el triunfo un sinfín de días, ocho veces segundo, cuatro tercero; siempre con los mejores, delante, dispuesto a arrancar a la mínima que la carretera se inclinaba, pero sin suerte en la meta. Hasta ayer.

Nairo confirmó en Montjuïc su triunfo en la Volta tras aguantar las últimas embestidas de Contador y Froome. El ruso Alexey Tsatevich (Katusha) se llevó la etapa. La victoria de Quintana certifica su buen estado de forma, sobre todo por la entidad de los adversarios. Contador, segundo a siete segundos, Martin, tercero a 18, y Froome, octavo a 46, no le pusieron las cosas fáciles. “Estaban todos los rivales directos de mis objetivos”, subrayó el colombiano. La Volta le permite olvidar tantos podios sin victorias, pero su máxima ambición es el Tour.

El ciclista del Movistar llegó a Cataluña con los ojos puestos en París. “Iniciando el camino. A darlo todo por nuestro #SueñoAmarillo”, publicó hace dos semanas en Twitter. En Francia se sentirá al fin el líder indiscutible de su equipo, algo que no le asusta: “Siempre he tenido responsabilidades y siempre he respondido. Estoy tranquilo”.

Su sosiego contrastaba ayer con el griterío de los aficionados que llenaron de banderas colombianas la meta en Barcelona. Todos clamaban por un saludo, una sonrisa, una simple mirada. Quintana es mucho más que un ídolo deportivo en su país. “Era una sorpresa hace años. Ahora es más común para mí. Quizás sea una sorpresa para ustedes. Los aficionados sienten el orgullo de su país”, razonó el corredor.

En el equipo Movistar están convencidos del potencial de su líder. Imanol Erviti, de 32 años, se ríe cuando explica cómo es trabajar con Nairo: “Facilísimo. Le ayudas un poquito, y él lo hace todo solo”. Su rival y doble vencedor del Tour, Chris Froome, le tiene muy en cuenta para Francia: “Ha crecido mucho. Realmente está muy fuerte. Ya quedó segundo cuando gané los dos Tours, por lo que cuento con que volverá a estar muy fuerte este año. Él y Contador serán mis principales rivales”.

El pinteño hace un balance positivo de la carrera aunque reconoce: “Me ha faltado rematar. Nairo tenía una chispa que yo no tenía”. A sus 26 años y con el Giro de 2014 en el palmarés, Quintana sigue evolucionando. “La Volta confirma mi crecimiento y madurez”, expresa él mismo. Los veteranos del pelotón le ven preparado para el reto francés. Zubeldia, con 14 Tours a su espalda, es optimista: “Tiene todo el futuro por delante, y algún año será el suyo en el Tour”. Samuel Sánchez, de 38 años, coincide: “El relevo generacional ya está ahí”.

Quintana espera que su siguiente triunfo no tarde un año. “Esta carrera termina aquí. Ahora vienen más. Me llevo la moral alta hacia el sueño amarillo”.