Kiev-City: la última carta de Pellegrini
El City siente que está ante la gran oportunidad de romper su tope en la Champions
Ningún club ha gastado más en incorporar futbolistas a su plantilla que el Manchester City desde 2008. Mil millones de euros después la presión se dispara cuando se considera que en sus cuatro participaciones en la Liga de Campeones quedó apeado en las dos primeras en la fase de grupos y en las dos siguientes en octavos de final tras perder en ambas ocasiones contra el Barcelona. Hay exigencia porque por primera vez el equipo consiguió entrar entre los 16 últimos como cabeza de serie tras liderar su grupo y ha encontrado un cruce asequible contra el Dinamo de Kiev, al que visita este miércoles (20,45 Bein Sports). Todo eso lo palpa Manuel Pellegrini, que sabe además que está ante su última bala, y acaricia la idea de dejarle a Pep Guardiola un reto similar al que se encontró el técnico catalán tras relevar a Jupp Heynckes en el Bayern: entrenar al campeón de Europa.
Llegado este punto Pellegrini no se anda con remilgos porque tras Kiev llega el domingo la final de la Copa de la Liga en Wembley frente el Liverpool. Con varios futbolistas de baja (De Bruyne, Nasri, Bony, Deplph, Navas) decidió acudir el pasado fin de semana a Stamford Bridge a jugarse los octavos de la Copa ante el Chelsea con un combo en el que actuaron siete futbolistas de menos de 20 años, todos, excepto Iheanacho, habituales con el segundo equipo. Le golearon. “Siempre el partido más importante es el siguiente, pero esa vez fue una excepción”, apunta el chileno. Las críticas no se hicieron esperar. “Le faltó el respeto a la competición”, clamó Greame Le Saux, ex internacional inglés y respetado comentarista en la BBC. En la misma antena otro ilustre. Alan Shearer, también fue implacable: “No lo entiendo. El City quiere ser un club grande y estar en la escena global, tiene más recursos que nadie y ahora se queja de que como llega lejos en las competiciones se le acumulan los partidos importantes. No veo a Messi, Neymar o Cristiano Ronaldo guardándose a estas alturas”.
Pellegrini aguanta el chaparrón porque siente que si supera las pruebas que llegan ahora nadie se acordará de que tenía un póker en la mano y renunció a una carta. Se quejó de que la Federación inglesa le hiciera jugar el domingo en Londres porque jamás consideró que el desplazamiento a Kiev se realizase al día anterior al partido. Quería viajar el lunes. “Hay una diferencia de tres horas más y estar en Ucrania dos días antes es la mejor manera de prepararse. Hay momentos que requieren tomar decisiones inteligentes”, zanja. El zaguero Pablo Zabaleta, que actuó en el partido del pasado fin de semana y previsiblemente repetirá en Kiev asegura que la dosificación les ayudará. “Física y mentalmente tenemos que estar frescos. En los últimos cuatro años hemos aprendido mucho sobre la forma en que se debe preparar y jugar estos partidos”.
El City cayó con los jóvenes en la Copa y viene de dos derrotas seguidas en su estadio
El City necesita rearmarse. No sólo cayó con los jóvenes en la Copa sino que viene de dos derrotas consecutivas en su estadio ante Tottenham y Leicester que le alejan del objetivo de renovar el título en la Premier League. La Champions llega como una golosa urgencia y más si se considera que en otras eliminatorias hay cruces cuyo ganador se consideraría accesible. “Tenemos que creer que podemos ganar la competición. Es un objetivo y nos hemos preparado para llegar en un pico de forma justo esta semana”, asegura el meta inglés Joe Hart. En Kiev espera un rival que no juega un partido oficial desde el 4 de diciembre y que entre enero y febrero realizó dos concentraciones en Marbella, donde disputó varios amistosos. “O están descansados o están oxidados”, elucubra Hart. Pellegrini ejemplifica el peligro de los ucranianos, que jugarán unos octavos de Champions por primera vez desde hace 17 años, con la epopeya que vivió en la gran competición del fútbol europeo con el Málaga en 2013. “Todos nos querían como rivales y casi llegamos a semifinales”, recuerda.
El partido lo arbitrará el español Mateu Lahoz y se disputará ante un estadio abarrotado después de que el Comité de Apelación de la UEFA retirase un partido de los dos con los que castigó al Dinamo por incidentes de carácter racista de sus aficionados en el partido de la fase de grupos contra el Chelsea. La sanción la cumplieron contra el Maccabi, al que ganaron en la única ocasión en los últimos cinco partidos de Champions como locales en la que cantaron victoria.
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