La sequía goleadora de Álvaro Morata
El delantero de la Juve, que suma apenas tres tantos esta temporada, no marca desde octubre
Bromeaba Álvaro Morata el pasado domingo en Marassi (el estadio de la Sampdoria) sobre la posibilidad (más bien urgencia) de organizar pronto una visita a algún convento de frailes capuchinos para que le quiten el gafe. El delantero de la Juve está convencido de que el dios del gol le ha abandonado. No marca desde el pasado 4 de octubre. Hombre clave en la delantera de la Juve la temporada pasada –sobre todo en Champions (pregunten a Borussia Dortmund y Real Madrid)-, este año no está teniendo puntería.
Lleva tres tantos; dos en Champions (decisivo el de la victoria en el campo del City y el que abrió el marcador en casa contra el Sevilla en el peor momento de la Juve) y uno en Liga (uno cada 411 minutos). “No tiene que estar triste porque cuanto más triste, peor irán las cosas. En una temporada hay altibajos, tiene que seguir trabajando y jugar para el equipo como está haciendo”, le intentaba animar hace una semana Massimiliano Allegri.
Después del tirón de orejas que le dio el técnico en diciembre –no le veía centrado y le exigía ser más cínico en la cancha- el delantero español ha vuelto a ser el mismo currante de siempre (la Juve le ha subido el sueldo como premio tras recibir las ganancias de la Champions). Se sacrifica para los compañeros (lleva cinco asistencias) dejándose caer mucho a banda y trabaja sin cansarse. Eso sí, los que lucen, de momento, son otros.
Paulo Dybala, después de empezar la temporada en el banquillo, ha terminado su periodo de adaptación y su talento ha invadido todas las zonas del campo. Lleva 11 goles en 26 partidos. Mario Mandzukic, que empezó la temporada con problemas físicos, lleva 9 en 18. Simone Zaza, el revulsivo del ataque bianconero ha aprovechado al máximo los minutos (393) que le ha concedido Allegri: lleva un gol cada 65.
Decía Van Nistelrooy, compañero de Morata en el Real Madrid, que los goles son como kétchup; “a veces no salen por mucho que lo intentes, y luego vienen todos de golpe”. A Morata también le llegaron de golpe el año pasado. Cinco tantos llevaba en enero de 2015 y 10 anotó en el segundo tramo de la temporada, entre ellos los decisivos en Dortmund y en el Bernabéu. Suyo fue también el gol del empate (momentáneo) en la final de Berlín contra el Barcelona.
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