Una mala cita con la NBA
Los equipos se han deslizado hacia el lado mediocre de la vida y el único partido que hoy quiero ver es el Warriors-Spurs
La semana pasada tuve una cita que en principio pintaba bastante bien. Ella era guapa, inteligente, sin tatuajes en la cara ni marcas de pinchazos en los brazos, pero al final de la noche hubiera preferido que martilleasen mis rodillas antes de tener que pasar un minuto más con ella.
No es que tuviese una personalidad conflictiva, más bien lo que le pasaba era que no tenía personalidad de ninguna clase. Era como sentarse delante de un cíborg programado para complacer a todo el mundo pero que al final sólo consigue desesperar a cuántos le rodean.
Vamos, un poco como la NBA este año. De alguna forma los equipos se han deslizado hacia el lado mediocre de la vida y equipos que deberían ser muy buenos sólo lo son a medias o directamente son malos.
¿Ejemplos? Chicago Bulls, New Orleans Hornets, Sacramento Kings, Washington Wizards, Houston Rockets, Toronto Raptors, Los Ángeles Clippers y Memphis Grizzlies.
Veamos el caso de los dos últimos. Lo mejor que se puede decir de los Los Ángeles Clippers es que parece que están en el camino de entender cómo funciona su equipo, algo muy poco notable para un grupo que cuenta con los mejores Chris Paul, Blake Griffin y DeAndre Jordan de sus respectivas carreras. Por lo que respecta a los Grizzlies no hay razones para pensar que lo harán peor que la temporada anterior, pero ahí siguen, avanzando a trompicones en los que deberían ser los mejores años de Marc Gasol.
Al menos también tenemos otros equipos que deberían jugar fatal y que, o no lo están haciendo tan mal, o lo están haciendo casi bien. Me refiero a Orlando Magic, Utah Jazz, Charlotte Hornets, Dallas Mavericks, Detroit Pistons y New York Knicks.
Porque, ¿cómo han logrado los Hornets estar casi en equilibrio en su balance de victorias y derrotas? ¿Y los Mavericks, un equipo que depende del cuerpo de 110 años de Dirk Nowitzki y del renacer de Zaza Pachulia? Ni idea. Lo que sí sé es que toda esa mediocridad hace que cada vez me cueste más sentarme a ver partidos. En serio, ¿Bulls-Cavaliers? No me interesa ver a dos ancianos en una pelea de almohadas. ¿Hawks-Celtics? Es como ver una conferencia en la facultad: puede que sea interesante pero en cualquier momento te puedes quedar dormido.
De hecho, el único partido que hoy por hoy quiero ver es a los Warriors enfrentándose a los Spurs. ¿Cómo? ¿Que ha sido ya? ¿Han jugado y me lo he perdido?
No, que va. Todavía no. Su primer duelo será el 25 de enero y los otros tres se concentran en sólo 22 días: 19 de marzo, 8 de abril y 10 de abril.
Es decir, aún hay esperanzas para esta temporada. ¿Y para la chica del otro día? Me temo que no. Los equipos de la NBA pueden cambiar, los cíborgs mal programados no.
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