Arranca en Argentina el primer Rally Dakar diseñado por Marc Coma
El nombramiento del español como director deportivo promete más complicaciones en la navegación de una carrera que recupera sus orígenes
Por primera vez en las últimas 10 ediciones del Rally Dakar el campeón de motos no defenderá título. No lo hará, porque Marc Coma, ganador en 2015, viste ahora una camiseta verde que intercambia con varios polos del mismo color y que le identifican como parte de la organización de la prueba, y no como piloto. El pasado mes de julio decidió bajarse de la moto y aceptar el puesto de director deportivo de una prueba que ha ganado en cinco ocasiones. Suya y de Cyril Despres –también con cinco tuaregs- ha sido la última década del Dakar sobre dos ruedas, por lo que el anuncio de su retirada y el posterior paso a la organización en sustitución de David Castera, ahora copiloto del francés, sorprendió a todo el entorno dakariano.
“No me lo esperaba para nada”, asegura Laia Sanz, que fichó en abril por KTM, exequipo de Coma. “La verdad es que va a ser raro no tenerlo al lado”, se suma Barreda, uno de los llamados a recoger el testigo. “Es una decisión valiente”, apunta Nani Roma, ganador en moto en 2004, hoy candidato a revalidar el su título de 2014 en coches con MINI junto al actual campeón Al-Attiyah, en una categoría más peleada que nunca tras la evolución de Peugeot, donde tanto Carlos Sainz, Stéphane Peterhansel, el propio Despres y el debutante Sebastien Loeb, expiloto de WRC, tratarán de asaltar el podio.
La salida de Perú y Chile obligó a la organización a planificar el recorrido por Argentina
Lo cierto es que más allá de la sorpresa tras la noticia, el nombramiento de Coma como diseñador del recorrido del Dakar tranquilizó, por una parte, a muchos pilotos. “Cuando me lo ofrecieron fue una sorpresa para mí. Nunca pensé que tendría esta oportunidad”, confiesa Coma. “Acepté porque para mí es una manera de devolver al Dakar todo lo que me ha dado. Dejar mi huella”, añade.
Esa huella, sin embargo, comenzó a fraguarse con más imprevistos de los esperados. No en vano, la ASO (Amaury Sport Organisation), la empresa francesa organizadora del Dakar, tuvo que modificar hasta en dos ocasiones el recorrido de la prueba debido a las salidas de Perú y Chile, dos países que junto a Argentina y Bolivia –a donde este año llegarán también los camiones-, anhelaban volver a acoger la prueba por etapas más dura del mundo. Perú tuvo que abandonar cuando el pronóstico meteorológico colocó al fenómeno climático El Niño sobre el país durante las fechas en las que estaba previsto que el Dakar pasará por ahí. A esta primera marcha se sumaría después la de Chile, cuando diversas inundaciones azotaron varias ciudades del norte del país lo que obligó a destinar el presupuesto prevista para acoger la carrera en la recuperación de las zonas afectadas.
“Esta prueba hace que te muevas en territorio difícil”, señala Coma, que, sin embargo, considera que el recorrido final del Dakar -que arranca hoy con el prólogo en Buenos Aires y termina el 16 de enero en Rosario-, “está pensado para que la dificultad durante las 13 etapas de la prueba vaya en aumento y que quien gane sea el piloto más completo”.
La novedad del “Súper Fiambalá”
“Seguro que Marc nos ha dejado más de una trampa por el camino”, advierte Laia Sanz. “Habrá días en los que se note su toque. Sobre todo con la navegación”, abunda Barreda. Ese ‘toque Coma’ es un añadido más a las complicaciones ya conocidas para esta edición del Dakar desde que se descubrieran sus tripas en septiembre. “Habrá dos etapas maratón, la cuatro -con salida y llegada en Jujuy-, y la nueve –llegada y salida a Belén-, y después tendremos lo que hemos llamado el “Súper Fiambalá”, -13 de enero entre Belén y La Rioja y que tiene como particularidad que tanto motos, coches y camiones saldrán mezclados a competir a diferencia de lo que ocurrirá en el resto de las etapas donde partirán en orden”, remarca Coma, que asegura que quiere evitar “la previsibilidad de las carreras de motos”, y dar mayor importancia al trabajo de los copilotos (al salir mezclados no habrá marcas que indique el camino) y a los camiones, “que en días largos quedan descolgados de la carrera”.
El Dakar que arranca hoy será el primero con el sello artístico de Coma. Una firma que antes dibujaba con las ruedas de su KTM y que hoy sale de su cuaderno de notas.
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