En Inglaterra apuntan a la pérdida del vestuario como detonante
"Algunos de los principales jugadores han perdido la confianza en él", destacaba el exjugador del Liverpool Graeme Souness
“Si tu único argumento de venta hacia el mundo es que eres un ganador, no te queda nada cuando te conviertes en un perdedor”. Así resume el periodista Simon Kuper, en las páginas del Financial Times, el despido de Mourinho del Chelsea, el club londinense que ha pasado en siete meses de ganar la Premier League a situarse a solo un punto de los puestos de descenso. La salida del técnico portugués del Chelsea, la segunda en ocho años, ocupa lugares destacados en las primeras páginas de casi todos los periódicos británicos este viernes.
“Gracias por todo lo que has hecho por mí. Te debo mucho y todos te echaremos de menos”, escribió Cesc Fabregas en Twitter. Pero puede que no todos le vayan a echar tanto de menos como el centrocampista español del Chelsea. Los analistas apuntan a la pérdida de lealtad de sus futbolistas, a los que llegó a acusar de traición tras la última derrota ante el Leicester, como uno de los detonantes de la salida de Moirinho.
“Ha perdido a su vestuario y algunos de los principales jugadores han perdido la confianza en él. Y si pierdes a dos o tres de los principales hombres, pronto perderás a todo el vestuario. Creo que eso es lo que ocurrió”, apuntaba el extécnico del Liverpool Graeme Souness en Sky News. “Todo es luces y sombras con José [Mourinho], pero da la impresión de que este año ha habido muchas más sombras”, opina el exjugador del Liverpool Jamie Redknapp. “Lo que le ha sucedido al Chelsea en los siete meses después de ganar el título no tienen precedentes. Muchos jugadores enemistados con él estarán contentos de verle la espalda”.
Para Thierry Henry, lo que le ha sucedido al Chelsea no es todo culpa del técnico portugués. El exgoleador del Arsenal apunta a una “falta de deseo y compromiso” en el vestuario. “A los que debe pedírseles cuentas es a los jugadores”, opina. “Pero no puedes despedir a todos los jugadores, así que despides al entrenador. Necesitaban un revulsivo y han despedido al mejor entrenador de su historia y de la competición”.
Mourinho “ha sido glorioso, divertido, ruidoso, tóxico e interminable”, escribe Barney Ronay en The Guardian, antes de recordar el día en que metió su dedo en el ojo de Tito Vilanova en aquel Barça-Madrid de hace cuatro años. “Sus broncas con otros entrenadores, contrincantes y, ahora, incluso sus propios jugadores, se han convertido en cada vez más personales y venenosas”, concluye.
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