La mala cabeza de Krychowiak impulsa a la Real Sociedad
Dos errores del jugador polaco condenan al Sevilla en Anoeta
Hay días en los que es mejor no levantarse, hacerse fuerte entre las sábanas y esperar a que vuelva a amanecer. Algo de eso debe pensar el polaco Krychowiak, tras despejar dos veces de cabeza al lugar equivocado. Dos quebraderos de cabeza que le dieron dos goles a la Real Sociedad y la primera victoria en Anoeta. Y el primer triunfo de Eusebio Sacristán en su primer partido como entrenador del equipo donostiarra. Y el noveno gol en Liga de Agirretxe, y el primero de Xabi Prieto, olvidado por el olvidado David Moyes. Pasaron demasiadas cosas por la cabeza de Krychowiak, el guardia de seguridad del centro del campo sevillista, el ancla del equipo, el solidario acompañante de centrales y centrocampistas, el todoterreno con su carcasa de futbolista de otros tiempos.
REAL SOCIEDAD, 2 - SEVILLA, 0
Real Sociedad: Rulli; Elustondo (Carlos Martínez, m. 88), Mikel González, Íñigo Martínez, Yuri; Rubén Pardo, Illarramendi, Xabi Prieto; Bruma (Oyarzabal, m. 62), Agirretxe y Canales (Bergara, m. 80). No utilizados: Bardají, Granero, Chory Castro, De la Bella.
Sevilla: Sergio Rico; Mariano, Rami, Andreolli (Kolodziejczak, m. 21), Tremoulinas; Krychowiak, N´Zonzi; Vitolo, Iborra, Reyes (Konoplyanka, m. 62); e Immobile (Gameiro, m. 74). No utilizados: David Soria, Banega, Coke y Llorente.
Goles: 1-0. M.73. Agirretxe. 2-0. M. 77. Xabi Prieto.
Árbitro: Mateu Lahoz. Amonestó a Andreolli, Yuri e Illarramendi
19.865 espectadores en Anoeta
El primer dolor de cabeza sucedió en el minuto 73 a la saluda de un córner cuando Krychowiak se elevó como sale un cohete de las manos y fue a despejar el balón poniendo alma corazón y vida en su acción. Quería despejarlo hacia la banda y de haber golpeado bien la pelota se hubiera ido a la grada, pero la dio tan mal que tomó el camino contrario, es decir, hacia su área pequeña con el infortunio para él de que por allí andaba Agirretxe, (¿quién si no?) y el perdón no entra en los planes del delantero guipuzcoano. Cruzó el balón y Sergio Rico, tan grande y con los brazos tan largos fue una miniatura siguiendo el balón con la mirada. Buscaba un imposible.
No habían pasado cinco minutos cuando el polaco volvió a tropezar con la misma piedra demostrando su humana condición. Y para su desgracia andaba por allí, otra vez, en el área pequeña, un tipo frío y milimétrico como Xabi Prieto, capaz de superar la muralla movediza de Sergio Rico que se abalanzaba contra él para colocar el balón en la red. Rico, el tercer guardameta de la selección buscaba otro imposible. Aún tuvo tiempo Krychowiak para materializar un tercer mal despeje, esta vez con la pierna, cuando su cabeza seguramente aún echaba humo, que no supo aprovechar Oyarzabal, el último talento de Zubieta.
Difícil decir en tales circunstancias que Krychowiak hizo un buen partido. Pero lo cierto es que hizo 70 magníficos minutos en un Sevilla ramplón. Cuesta encontrar las huellas de lo que recientemente fue el Sevilla, pura intensidad, todo atrevimiento y pegada indiscutible. No hubo rastro de ese Sevilla en Anoeta. Y cuesta todavía encontrar la huella que quiere dejar en la Real Sociedad Eusebio Sacristán. Se intuye su pasión por el fútbol combinativo, por el toque, pero no está aún la Real a la altura de sus requerimientos. En toda la primera mitad solo lo consiguió en un par de ocasiones por la banda derecha aprovechando la desidia defensiva de Reyes y la velocidad de Bruma, muy activo pero no siempre eficaz.
El partido lo gobernaban los medios centros. Illarramendi tiene los galones bien limpios en la Real, brillantes ayer, ara recuperar, ordenar y empujar al equipo. Lo mismo le pasa a Krychowiak. Pero los dos están muy lejos del área. Sus buenos comienzos no llegaban a ninguna parte. Por eso el partido funcionaba a impulsos. Ni Iborra ni Immobile eran una amenaza para los defensores realistas ni Agirretxe ni Prieto amenazaban a los defensores sevillistas (lesionado Andreolli le sustituyó Kolodziajczak muy pronto). Era un futbol impulsivo que dejó disparos hacia afuera salvo en dos magníficas intervenciones de Rulli y Rico a disparos de Immobile y Xabi Orieto, respectivamente. Eusebio tomó su primera gran decisión: dejar en la grada a los dos mexicanos, Carlos Vela y Diego Reyes, que habían jugado con la selección de su país. Emery también reservó a Gameiro y Konoplyanka aunque tuvo que recurrir a ambos cuando comenzó la jaqueca de Krychowiak.
Ambos tienen mucho trabajo por delante para encontrar el rastro de lo que fueron y de lo que quieren ser. No siempre el infortunio premia o castiga a unos y otros, por encima o por debajo de sus méritos. No era ese el debate. La Real necesitaba ganar en Anoeta porque quien no gana en su campo está condenado a sufrir. Y necesitaba ganar fuera el Sevilla, porque quien no gana a domicilio está condenado a la vulgaridad, en el mejor de los casos. Y la moneda que estaba a punto de caer de canto dio en la cabeza de Krychowiak y rompió el pronóstico.
Grave lesión de Andreolli
Andreolli, central italiano del Sevilla, ha sufrido una lesión de gravedad en el Tendón de Aquiles de su pierna izquierda. Todo apunta a que sufre una rotura del tendón, por lo que estará de baja unos seis meses. Los servicios médicos del club andaluz confirmaron la gravedad de la lesión, aunque están a la espera de las pruebas médicas para calibrar de forma exacta el alcance de la rotura del tendón. La lesión de Andreolli, de confirmarse su gravedad, le permitirá al Sevilla firmar a otro futbolista para paliar la baja del italiano, que llegó a última hora en el verano ante las bajas por lesión que había tenido el equipo andaluz. La lesión de Andreolli fue una consecuencia más de la derrota del Sevilla en Anoeta, la novena de la temporada, que demuestra el bajo nivel del conjunto andaluz fuera de Nervión.
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