Palencia evita condenar a Marta Domínguez
Mientras los políticos de la ciudad se plantean retirar todos los reconocimientos a la atleta, la ciudad muestra incredulidad ante la sanción por dopaje de la exatleta
Los políticos tienen claro qué deben hacer respecto a la atleta Marta Domínguez. Pero les da miedo tomar una decisión tajante. Los ciudadanos, los palentinos, recelan de la caída de su diosa, un icono de una pequeña ciudad castellana, de algo más de 80.000 habitantes, donde escasean líderes que decidan quedarse en ciudad a hacer patria.
El viernes por la mañana, Palencia era un día más. Con las idas y venidas por la calle Mayor y con cientos de chavales pasando por delante de la estatua en bronce a la atleta palentina, en la avenida Obispo Barberá, ante la entrada al pabellón municipal Marta Domínguez y junto al río Carrión.
Los palentinos apenas querían hablar del varapalo sufrido el jueves por la noche, cuando se conoció lo esperado por muchos: el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) sancionaba a tres años de suspensión por dopaje a Marta Domínguez y la desposeía del título de campeona mundial de los 3.000 obstáculos de Berlín 2009.
Mientras, los políticos palentinos pasaban de puntillas por la situación en que quedan respecto a Marta Domínguez. La atleta, que nació en Palencia hace 40 años, da nombre a una calle en su ciudad, tiene un pabellón municipal también con su nombre, una estatua a la entrada de estas instalaciones y, además, es Hija Adoptiva y Medalla de Oro de Palencia.
Algunos afirman que “el PP debería saber algo porque si no la hubieran mantenido en la lista al Congreso por Madrid”. Otros reconocen, sin luz ni taquígrafos, que Marta Domínguez había adquirido en los últimos años “aires de grandeza”, lo que le había supuesto posibles “enfrentamientos” con su partido en Palencia. Pero nadie quiere oficializar esos problemas.
Otros aprovechaban la caída de esta diva palentina para recordar viejos conflictos y problemas. Como cuando pidió parar la instalación de su estatua, realizada por el artista local Luis Alonso, porque “no se veía bien” o porque “le faltaba algo en su cuerpo”. Al final se colocó la estatua con ligeros retoques.
Cuando se conoció la noticia de la sanción, el Ayuntamiento palentino celebraba su pleno ordinario. En ese momento, los concejales comenzaban a hablar entre ellos. Algunos sonreían en sus adentros porque, de esa manera, acababa el juego político de Marta Domínguez. Otros, miraban hacia otro lado, porque eran conscientes “del marrón” que tenían encima, como reconoce uno de los ediles. Y el viernes por la mañana se convocaba una Junta de Portavoces y ya comenzaba a hablarse con claridad sobre qué debería hacer el Consistorio respecto a su diosa, a su icono deportivo, a la que fuera concejal palentina o senadora por esta provincia.
El alcalde de Palencia, Alfonso Polanco, del PP, ofreció, de forma pública, dos visiones, la personal y la política. Como palentino dijo sentirse “triste” por la noticia, aunque como alcalde mostró una postura más evasiva al afirmar que “se tendría que estudiar” y “valorar” que reconocimientos “se mantendrán y cuáles no representan ya a la ciudad”. Eso sí, añadió que se hará “con cautela y tranquilidad y con la unanimidad de todos los grupos políticos”. Desde el Grupo Socialista también se ha pedido “tomar una decisión en frío” y se reconoce como “un marrón” el que tienen que resolver.
Sin embargo, se comienza a asumir que podría perder la Medalla de Oro de la Ciudad y la designación de Hija Adoptiva. Fuentes socialistas recuerdan que el reglamento municipal justifica como mérito susceptible de recompensa la “reconocida laboriosidad y ejemplaridad” de los galardonados. El cumplimiento de este artículo ya estaría en duda.
Mientras Palencia todavía tiene opiniones favorables y contrarias a la atleta, Venta de Baños, a escasos 15 minutos de la capital y el municipio del que se siente “hija adoptiva”, se despertó sumida en un profundo silencio y desconcierto por la sanción a Marta Domínguez. Aquí fue donde entrenó en sus inicios, de donde ha sido pregonera y donde tiene una Escuela Municipal de Atletismo con su nombre.
La alcaldesa de Venta de Baños, Rosa María Juanes, del PSOE, mostró su “tristeza” por la noticia, aunque en ningún momento quiso valorar la condena a la atleta. Por ello, pide tiempo “para tomar decisiones con el resto de partidos políticos” y evitar una “respuesta en caliente”.
Marta Domínguez visita con frecuencia el municipio. Casi a diario. Porque está muy encima de la Escuela Municipal de Atletismo, siempre “de forma voluntaria y sin cobrar ninguna cantidad”, aseguran fuentes del consistorio, aunque su alcaldesa no quiso confirmarlo. ¿Y ahora? “Hay que dar tiempo y esperar a tomar una decisión”, incidió Rosa Juanes.
En la mañana del viernes apenas se llegó a ver el sol, como es habitual en Palencia en estos meses. La niebla era como un símbolo de lo que se vive en esta capital con su icono. Pocos palentinos querían pararse para analizar la situación de Marta Domínguez. Y los que lo hacían, era para apoyarla.
Juan Carlos paseaba por delante del pabellón municipal Marta Domínguez. A sus más de 60 años mostró su “tristeza” por la sanción y recordaba verla entrenar en Palencia, cuando ya demostraba que “era una atleta fenomenal” y trataba de justificar un posible error del TAS al afirmar que “también puede haber manipulaciones de las pruebas”.
Marga camina con rapidez cerca del río Carrión, junto a la estatua de Marta Domínguez. Recuerda de esta atleta “lo que luchó por llegar donde llegó” por lo que para ella que ahora se intente quitar el nombre a la calle o retirarle las distinciones es “algo ridículo”. Otra mujer se siente “decepcionada” por el resultado de la investigación. “Si hay una sentencia es para creerla y ella misma [Marta Domínguez] se tenía que haber retirado si sabía que la iban a sancionar”, añade mientras pasea a su hijos.
Una mujer mira el reloj. Son casi las dos de la tarde. Preguntada por la sanción a Marta Domínguez, responde con otra interrogación, “¿qué le ha pasado?”. Al conocer la sanción dice que prefiere no responder porque podría ser “peor”. Dice saber de lo que habla. Pero sigue adelante y evita una respuesta más clara.
Un palentino con apenas 30 años dice estar “dolido” porque cree que Marta Domínguez “es una verdadera campeona”. “No le pueden hacer esto”, concluye.
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