El Ajax se carga el ‘Plan Cruyff’

El portero André Onana abandonó el Barça en el mercado invernal pasado para firmar por el Ajax. “Me convenció su proyecto deportivo”, reflexionó por entonces el camerunés de 18 años. Aunque jugó los siete primeros partidos en la actual Jupiler League, Segunda holandesa, se ha sentado en el banquillo en los últimos cinco. Quizá, de saber la intrahistoria de su fichaje, se lo hubiera imaginado. “Su contratación se hizo sin la aprobación del director de la cantera, Wim Jonk, y con el desconocimiento del entrenador de porteros de la Sub-19”, dicen desde el club al tiempo que admiten que en el Barça se sorprendieron de la compra porque conocían —tras medirse en la Youth League— el nivel del holandés Groothuizen, ahora titular. Un pequeño ejemplo que explica el hervidero del Ajax, donde el epicentro de la polémica es Johan Cruyff, que ayer, mediante un comunicado que envió a la prensa, dejó de ser asesor del club. “No se está aplicando mi visión y se hace de forma deliberada”, resolvió.

Resulta que el corazón técnico —como se conoce al cuerpo técnico y estructural del club— ha decidido cargarse el Plan Cruyff. El corazón está integrado por Frank de Boer y Dennis Bergkamp, entrenadores del primer equipo, además del director deportivo Marc Overmars y Jonk, que es el único defensor del Plan. Un pecado a ojos de la directiva.

El despido de Jonk

Instaurado en 2012, el modelo Cruyff defendía la rotación cada seis semanas de los técnicos-mentores entre los equipos para seguir la evolución individual de los chicos; la no incorporación de fichajes que no superaran en mucho a los jugadores de la cantera; y unos rasgos personales sobre el juego, con extremos abiertos, pelota jugada desde atrás y fútbol de posesión. “Aquí es normal la lluvia de ideas; en el Ajax somos una gran familia”, contaba hace un curso Ronald de Boer, gemelo de Frank y entonces entrenador en las categorías inferiores. Ocurre que ahora es una familia malavenida, hasta el punto de que Jonk decidió no ir a las reuniones del cuerpo técnico porque entendía que carecía de sentido. “Siempre eran tres contra uno en las votaciones, así que ¿para qué seguir?...”, cuentan desde el Ajax.

Cruyff, preocupado por los acontecimientos y por el pobre juego del equipo —perdieron en la previa de la Champions ante el Rapid de Viena y tampoco han podido en la Liga Europa ante el Molde noruego—, solicitó con la connivencia de la gerencia de la entidad un informe a su amigo y exjugador ajacied Tscheu La Ling. “De aplicar las soluciones que ofrecía el informe, que delimitaba y daba autonomía a las funciones de los cargos, Jonk habría vuelto a las reuniones”, dicen; “pero no se ha hecho ni caso al informe. Incluso el cuerpo técnico se negó a hablar con Ling”.

La historia tiene más vueltas de tuerca; el nuevo director general, Dolf Collee, le notificó a Jonk que no hacía falta que volviera. “Si echan a Jonk, yo también me voy”, llegó a pronunciar Cruyff hace unos días, después de que se le diagnosticara cáncer de pulmón. Pero no ha esperado a la resolución, que en principio será dentro de tres semanas en un juzgado.

Poco le importa al consejo del Ajax, que lleva 30 años de amor-odio con El Flaco —incluso de jugador se fue al Feyenoord por despecho— y que ha dejado al club desestructurado y de la mano de exjugadores. “Como filosofía es la mejor. Pero debe haber figuras externas que ayuden porque no hay un plan de scouting, datos ni informes… Los exfutbolistas no tienen esa educación de trabajo”, apuntan desde las oficinas. Tampoco hay demasiado fútbol —coincide con la debacle de la selección— porque el Ajax fue en la segunda vuelta del año anterior el penúltimo equipo en cuanto a remates de la Eredivisie. Y poco aportan los fichajes porque como informó La Ling, de los últimos 29 sólo dos (no citó) han sido un éxito. Punto final de Cruyff y su Plan.