André Gomes ilumina al Valencia

A partir de André Gomes, el Valencia va recuperando sensaciones y encontrando el estilo que Nuno pretende y que mostró la temporada pasada siendo el conjunto che un equipo comprometido y competitivo. Ante el Málaga, la presencia del esteta centrocampista portugués, una joya de 22 años por la que el club de Lim pagó 15 millones de euros, dinamizó al conjunto che con más presencia en ataque con el internacional luso en el terreno de juego. Barata adquisición de la camada de Jorge Mendes, el agente de futbolistas que ha confeccionado gran parte del equipo de Nuno, cuestionado en la capital del Turia por la valía y el precio de alguno de sus representados llegados a Mestalla con Lim de propietario .

André Gomes amplificó al Valencia, intenso como acostumbra, con más claridad en su fútbol con el ex del Benfica en la zona definitiva, profundo con la percusión de Gayà y Cancelo por las bandas, dos puñales con alma de extremos, solvente en defensa y con Jaume Doménech inconmensurable en la portería, al que el Málaga no pudo batir ni de penalti. La falta de continuidad en el juego es la asignatura pendiente del Valencia que pierde el control en fases de los partidos. Con lo expuesto, le bastó al conjunto de Nuno para derrotar a un Málaga con buena intención y escasos recursos ofensivos. Nadie en Mestalla se acordó de Negredo castigado en la grada por cuestionar la idea de juego de su entrenador.

La presión alta efectuada por el grupo de Javi Gracia intentó complicar la salida del esférico del Valencia de por sí poco fluido en el comienzo del curso. A falta de pausa y continuidad en el juego, el equipo de Nuno se mueve a impulsos a partir de la verticalidad de sus laterales Cancelo y el recuperado Gayà, y a la espera de una genialidad de André Gomes, también de regreso al once superados sus problemas físicos que han mermado su disposición y rendimiento.

La propuesta del Valencia quedó argumentada y mostrada en una incursión de Cancelo por el costado derecho y un posterior pase raso del portugués al que Alcácer, en su movimiento clásico buscando el remate en el primer palo, le faltó medio palmo para lograr embocar. Anteriormente, en una jugada calcada por parte del Málaga, el centro de Horta fue peinado por Charles sin encontrar la portería de Jaume Doménech. Pasado el cuarto de hora, desafortunadamente, Charles desvío a su portería una falta lateral lanzada con veneno por Piatti. Se abría el cielo para el conjunto de Nuno.

En las idas y venidas resultaba más productivo el Valencia, con mejores protagonistas que el Málaga, con buena actitud, falto de pegada. Camacho, de vuelta al once de Gracia tras la larga convalecencia de su operación de pubis, y Fornals, el joven castellonense que se formó en el Villarreal y fue pretendido por el Valencia, se las veían para contener los arrebatos che. El Málaga perdió a la media hora a Angeleri al despejar a córner tras un choque con Kameni. En el saque de esquina anduvo despierto el grupo de Nuno al sacar rápidamente mientras se incorporaba Albentosa al terreno de juego sustituyendo al central argentino. El esférico llegó a André Gomes situado en la zona de rechace. El centrocampista portugués amagó por dos veces el disparo, la solución fácil y previsible, para adentrarse en el área y lanzar un duro disparo que no pudo evitar Kameni.

Las desgracias acumuladas en el Málaga fueron producto de la buena disposición y ánimo del Valencia. Un error arbitral pudo meter al conjunto de la Costa del Sol en el partido. El juez de banda vio mano de Aderllan Santos en un centro de Rosales. El balón golpeó en el pecho del central brasileño. De haberlo tocado con el brazo, también resultaría discutida la pena máxima ya que el defensor valencianista se encontraba a ras de suelo. Duda, todo un veterano especialista, se dejó impresionar por la tranquilidad de Jaume Doménech. El portero castellonense aguantó con temple las dos pausas del portugués al que adivinó la trayectoria del lanzamiento. Y lo celebró con vehemencia. Jaume fue coreado por Mestalla que adora a los ídolos locales.

Las intenciones malaguistas en el segundo acto quedaron en nada por su poca pericia en ataque. El Valencia, con André Gomes de faro, amarró una victoria balsámica y revitalizadora.