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Chile, equipo de autor

De la mano de Sampaoli, la campeona de América firma un brillante inicio al derrotar a Brasil y a Perú

Sampaoli da instrucciones en el partido ante Brasil.
Sampaoli da instrucciones en el partido ante Brasil.MARTIN BERNETTI (AFP)

Primero tumbó a Brasil en Santiago mezclando un ejercicio de precisión quirúrgica con la pelota y un carrusel de variantes tácticas que terminaron por dejar a su ilustrísimo rival confundido y abrumado. Dos a cero. Cinco días después superó el más hostil de los ambientes para ganar en el estadio nacional de Lima a Perú por 3 a 4, con muchas arrobas de carácter y una tonelada de audacia.

El peso y el valor de lo que está haciendo la selección chilena tiene parámetros de hazaña histórica y también anhelos de gloria: bajo la batuta del técnico argentino Jorge Sampaoli ha ganado siete de los últimos ocho partidos correspondientes a eliminatorias mundialistas. Empató el restante frente a Colombia en Barranquilla en 2013. Chile sólo ha sufrido dos derrotas en 18 partidos oficiales durante el ciclo de Sampaoli: una ante Perú en marzo de 2013, coincidiendo con en el debut del seleccionador, y otra frente Holanda por 2-0 en la fase de grupos del mundial de Brasil 2014, cita en la que Chile fue eliminada por los anfitriones en octavos de final por penaltis tras un empate a uno. Pero tras las frías estadísticas habita un equipazo tan convincente por su efectividad como atractivo por su puesta en escena.

Frente a Brasil Sampaoli tuvo capacidad para leer el juego e introducir variantes que dinamitaron un partido hasta entonces igualado: Antes del descanso sustituyó a uno de sus tres centrales, Francisco Silva, por el extremo zurdo Mark Gonzalez, retrasó a Isla de la línea de volantes al lateral derecho y Chile pasó a jugar con una defensa zonal de cuatro hombres. Isla controló al efervescente extremo Douglas Costa. Mark Gonzalez ató en corto a Dani Alves y Chile se adueñó de la pelota con la mezcla de tres centrocampistas complementarios: Marcelo Díaz, Arturo Vidal y Valdivia. Y después la precisión de Mati Fernandez dio el toque de corneta: una decena de aproximaciones al área brasileña acabaron generando dos tiros a los postes y los goles de Vargas y Alexis Sánchez, que vengaban en cierto modo la eliminación de Chile en el último mundial.

Tras pasar a Brasil por la centrifugadora, el equipo de Sampaoli se dispuso a conquistar Lima. El estadio nacional de la capital peruana saludó el himno chileno con una sonora pitada y una catarata de insultos. Ecos de un conflicto bélico del siglo XIX, la llamada Guerra del Pacífico, que todavía marca las relaciones diplomáticas y civiles entre ambos países. La selección de Sampaoli tardó siete minutos en apagar a puro toque el fuego de las tribunas, con un gol de Alexis Sanchez tras un gran pase de Isla, su antiguo socio desde los tiempos del Udinese. El Perú de Ricardo Gareca sabe jugar y explotar sus virtudes. Remontó el resultado con dos goles de Farfán, pese a que sufrió la expulsión del volante Christian Cueva. Pero antes del descanso Chile recuperó todo su esplendor ofensivo: Alexis entró en combustión. Primero para filtrar un excelente pase entre los centrales peruanos que Valdivia prolongó para que Vargas empatara. Y después rematando el 2-3 a centro de Marcelo Díaz. En la segunda mitad cayó el cuarto tanto chileno, obra de Vargas, tras una buena conducción de Alexis Sánchez.

El delantero del Arsenal participó en los cuatro tantos de su equipo. Ya suma 31 goles con la camiseta roja, superando a un mito como Carlos Caszely para situarse como tercer máximo goleador histórico en la selección chilena. A tan sólo unos pocos goles de dos nueves legendarios como Iván Zamorano y Marcelo Salas. Perú maquilló el resultado con un tanto de Guerrero, pero a esas alturas toda Sudamérica ya estaba rendida a los encantos del cuadro chileno.

Claudio Bravo regresaba al vestuario con sensaciones contradictorias: por un lado el orgullo herido de un gran guardameta que acababa de encajar tres goles. Por otro, la euforia de un triunfo con tintes patrióticos ante un eterno rival: “Hablaron mucho durante la semana. Es una lección para que aprendan cómo se juega una Eliminatoria, cómo se llega a un Mundial”.

El argentino Sampaoli suele apelar casi por igual al juego que al ardor guerrero que también caracteriza a sus pupilos: "Tuvimos la valentía para remontarlo. Ganar estos puntos de visita es importante, la eliminatoria recién comienza, es compleja y la localía de Perú es dura para cualquiera. Ganamos un partido que pocos lo harán y eso valoriza lo que vendrá, que será más complicado". En las ruedas de prensa desgrana con la minuciosidad de un escriba cada detalle táctico del juego, cada particularidad del partido.

Y no muestra reparos a la hora de rendir honores a grandes actuaciones individuales, como la que protagonizó Alexis Sánchez, del que dijo que "fue determinante en los goles, las asistencias y demostró la jerarquía que tiene”. Tras ganar la Copa América, Chile no se pone límites. Un equipo de autor que mastica la espléndida herencia de Bielsa y su vértigo ofensivo igual que digiere los automatismos propios del juego de posición: Una singularidad aplicada bajo las enseñanzas directas de Juanma Lillo, el técnico español con el que Sampaoli trabaja ahora para ayudar a que su equipo dé un salto hacia la excelencia. Uruguay y Ecuador, al igual que Chile, también suman seis puntos en las dos primeras jornadas de la fase de clasificación al mundial. Ambas están mostrando contundencia en las áreas. Lo de Chile es otra cosa. Algo inequívocamente emparentado con aspiraciones de grandeza.

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