La inevitable ‘messidependencia’
Argentina afronta el reto de jugar sin el 10 después de una etapa en que sus actuaciones han sido cuestionadas
Uno de los colaboradores de Gerardo Martino recuerda que, cuando estaban al mando del Barcelona, en un entrenamiento realizaron un ejercicio de defensores contra delanteros y que luego intercambiaron los roles entre sus jugadores. “Messi ganó como el mejor delantero y como el mejor defensor. Nadie le podía sacar la pelota cuando él atacaba y se las robaba a todos cuando defendía. Así es Leo”, cuentan desde el grupo de trabajo del Tata.
Hoy Argentina comienza su camino en las eliminatorias sudamericanas rumbo a Rusia 2018, frente a Ecuador en el Monumental, y su técnico, Martino, tiene el reto en la pizarra y en la opinión pública (siempre punzante con La Pulga) de resolver el jeroglífico de jugar sin su mejor delantero.
Messi debutó con la absoluta el 17 de agosto de agosto de 2005 frente a Hungría, con José Pérkerman en el banquillo de la Albiceleste. Un mal recuerdo para el rosarino, que duró menos de un minuto en el campo, después de ver la tarjeta roja por un manotazo a un rival. Y aunque entró en la lista de los 23 para el Mundial del 2006, su verdadero protagonismo con su selección comenzó tras la Copa del Mundo en Alemania.
“Todos quieren tener a un jugador con los quilates de Messi y cuando no puedes contar con él, es evidente que el grupo lo siente. Hasta un conjunto como el Barcelona, que es el mejor equipo de los últimos años, llegó a tener messidependencia”, aseguraba Alejandro Sabella, director técnico de Argentina entre 2011 y 2014. “Pero”, añadía el preparador que llevó a Argentina a la final en Maracaná, “¿qué equipo no va a tener dependencia en un jugador de la categoría de Leo?”.
Messi tenía 19 años recién cumplidos cuando vio la caída de Argentina en los cuartos de final de Alemania desde el banquillo del Olímpico de Berlín. A partir de aquella derrota, la Albiceleste disputó 127 partidos. Y el 10 se ausentó en 32: se perdió 15 por estar lesionado, en 12 no fue convocado porque eran encuentros organizados para probar a jugadores de la liga argentina, y a cinco partidos no asistió por compromisos con el Barça. De esos 32 encuentros sin el rosarino, Argentina perdió cinco, empató en seis y ganó en 21. Sin embargo, el delantero del Barça nunca faltó en un partido importante.
“Jugar sin Messi tiene que ser un objetivo, no una excusa”, responde Mascherano. “La responsabilidad de jugar en la selección existe siempre, esté o no Leo”, interviene Pastore. “Hay equipo para que la ausencia de Messi se note menos”, completa Agüero, que sin el rosarino heredará el dorsal 10 de su amigo.
Silenciar a los críticos
“Para cualquier equipo es un desafío enfrentarse a la situación de perder un jugador tan importante. Habrá que ver si el grupo se puede hacer más fuerte, si no lo va a notar o si la va a sufrir”, analiza Juan Sebastián Verón para EL PAÍS. “El liderazgo que ejerce Leo dentro de la cancha es evidente, siempre es la primera opción de pase. Y, en cierta manera, cuando se pierde a un jugador tan desequilibrante como él, un equipo corre el riesgo de convertirse en previsible. Messi siempre te puede cambiar un partido. Aunque Argentina tiene futbolistas muy buenos como Tévez, Di María y el Kun”, completa La Brujita.
“Quizás ahora, cuando no lo vean en el campo, la gente que lo crítica comenzará a valorar lo que pierde la selección cuando no juega Leo”, razona Hugo Tocalli, exentrenador de la selección argentina sub 20 y el primer responsable de que Messi juegue con la Albiceleste (en 2003 con La Roja, revoloteando para fichar al rosarino, Tocalli convenció al expresidente de la AFA, Julio Grondona, para que organizara un amistoso porque Messi no se les podía escapar). El 10 del Barça ganó el Mundial juvenil en 2005 y el oro olímpico en 2008 con Argentina, pero todavía no pudo abrir las vitrinas de la absoluta.
“Me amarga mucho cuando en nuestro país le hacen reproches a Messi. Yo sé las ganas que tenía Leo de jugar para Argentina. Yo no tengo ningún mérito. Es todo de él. Podría haber jugado con España y decidió esperar y hacerlo con Argentina”, le cuenta Tocalli a este diario.
“Eso pasa siempre en el fútbol: el jugador que no está es el más importante y el mejor”, entiende Verón. “Sin embargo”, completa el exjugador del Manchester United, “su ausencia es buena para tomar la real dimensión de lo que significa Leo para el seleccionado. Quienes lo critican despiadadamente y dicen que no tienes ganas de jugar, ahora no lo van a tener. La ausencia de Messi se va a notar más allá de que la selección pueda hacer un buen partido”. “Si perdemos dirán que es porque faltó Messi y si ganamos minimizarán el resultado. Las dos conclusiones estarán mal”, concluye Martino. Con o sin Leo en el campo, es imposible para Argentina no pensar en el 10. La inevitable messidependencia.
Los números de Leo con la Albiceleste
Lionel Messi debutó con la selección argentina el 17 de agosto de agosto de 2005 frente a Hungría. La Albiceleste ganó 1-2, pero el rosarino se fue expulsado.
Ganó el Mundial juvenil sub-20 en Holanda 2005 y conquistó la medalla de oro en Pekín 2008. Sin embargo, con la absoluta no pudo levantar ninguna copa. Fue dos veces subcampeón de América (Venezuela 2007 y Chile 2015) y una vez subcampeón del mundo (Brasil 2014).
La Pulga es el segundo máximo goleador de la historia de la Albiceleste. Leo lleva 49 goles y está a cinco de Batistuta (54). El 10 ya dejó en el camino a Crespo (35), Agüero (33) y Maradona (32).
Después del Mundial de Alemania, Messi se perdió 32 partidos: 15 por estar lesionado, en 12 no fue convocado porque eran encuentros organizados para probar a jugadores de la liga argentina, y a cinco partidos no asistió por compromisos con el Barça.
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