“Preguntadle a Benítez por qué me cambia; yo cumplo órdenes”

Karim Benzema salió caminando por el párking del Calderón con la actitud serena del vecino que baja a comprar el pan el domingo al mediodía. Se meció la barba, saludó a unos colegas franceses y se puso a comentar tranquilamente el partido con los reporteros hasta que alguien insistió en una cuestión que debía molestarle en el fondo de sus entrañas. ¿Por qué Rafa Benítez le sustituye siempre a él? ¿Acaso está cansado? “¡No!", replicó, encogiéndose de hombros. "Yo me sentía bien en el partido. Pero ha sido la decisión del entrenador y debo aceptarlo”.

Benzema es el atacante más regular del Madrid en lo que va de temporada. El que marca en San Mamés, el que salva el partido contra el Granada, el que aparece puntualmente en cada jornada de Champions. No habían transcurrido diez minutos de derbi cuando el francés abrió el marcador con un cabezazo e hizo su sexto gol en Liga, convirtiéndose en el máximo artillero del equipo. Como en Malmoe, el miércoles pasado, sus toques entre líneas sirvieron para darle continuidad al juego, lanzar las maniobras de ataque, aguzar las transiciones, o activar a Cristiano. Como en Malmoe, en el Calderón sus intervenciones impusieron silencio en la hinchada local. Como en Malmoe, y como casi siempre, fue sustituido en la segunda parte. Benítez repitió la explicación que ofreció en Suecia: lo quitó porque quiso meter a Kovacic para cerrar las bandas. De paso, el entrenador dio minutos a Bale y formó el 4-4-2 con el que procuró aguantar hasta el final. A costa de retirar del partido a su mejor futbolista y perder la poca claridad que le quedaba al Madrid.

“Lógicamente”, dijo Benítez, cuando le pidieron que explicara su decisión de retirar a Benzema, “nos faltaba un poco de frescura. Estábamos teniendo problemas en la banda izquierda y nos faltaba ajustar. Pensé que con Bale y Cristiano podríamos amenazar a la portería del Atlético. Así equilibrábamos al equipo y conservábamos la pegada arriba”.

Benítez declaró estar convencido de que al Madrid solo le faltó meter el segundo gol para llevarse los tres puntos. Omitió que Navas había parado un penalti a Griezmann y un remate incendiario a Jackson. Omitió que Oblak no hizo ninguna parada porque su equipo solo tiró una vez a puerta en el gol de Benzema. El técnico olvidó una serie de detalles. Lo que sí tuvo presente fue la idea del contragolpe. Repitió la palabra “contra” unas diez veces.

Salimos ocho veces a la contra pero  fallamos el último pase", lamentó el técnico

“Hemos sido dominadores en el primer tiempo”, dijo el técnico. “Luego hemos controlado bastante bien el partido pero hemos cometido un error que pagamos con el 1-1 y nos ha faltado el segundo gol en algunas de las contras que hicimos. Hemos salido ocho veces a la contra y no se han concretado porque no acertamos en ese penúltimo o último pase. Luego hay que darle el mérito al Atlético porque han estado achuchando y al final tienes que hacer daño a la contra. Pero no hemos concretado. Solo nos ha faltado precisión para definir a la contra. Nos ha faltado dar el pase adecuado. Pero nosotros siempre hemos jugado para ganar…”.

Si el análisis de Benítez omitió una parte de la realidad, el análisis de Benzema fue crítico. “En la primera parte jugamos bien, aprovechando nuestra calidad”, dijo el goleador. “Sabemos que con este rival si nos metemos atrás es muy difícil. En la segunda parte nos echamos atrás y al final nos metieron un gol. Pero es un buen resultado si consideramos que el año pasado nos metieron un 4-0. Para nosotros este 1-1 es un progreso”.

“Siempre es difícil jugar contra el Atlético”, dijo Benzema, con aire resignado. “Ellos se echan atrás y nosotros también. Así que es complicado”.

“El cambio es cosa del entrenador”, concluyó, abrumado y visiblemente incómodo, ante la insistencia de sus entrevistadores. “Yo no puedo hablar de este tema. Yo estoy tranquilo. Tengo que trabajar más para que no me quiten del campo. Esto hay que preguntárselo a Benítez. Yo estoy aquí para obedecer”.