El Eibar también se lleva la victoria del Gran Canaria

El estadio de Gran Canaria no es un fortín ni una trinchera infranqueable. De ahí se han llevado puntos tres de los cuatro equipos que han pasado esta temporada: Levante, Rayo y Eibar. Solo el Sevilla se fue derrotado de Canarias. El problema estriba en que, además, las bajas han deshecho a la Unión Deportiva Las Palmas y ante el equipo que dirige José Luis Mendilibar se le vio perder la cara al partido. Le llovieron oportunidades en contra, flojeó en defensa y su centro del campo, con la baja de Hernán Santana, naufragó.

El primer tiempo arrancó fulgurante. Un disparo al larguero de Borja Bastón, un chut cruzado de Sergio Araujo y un gol del Eibar, de Saúl Berjón, que remató un centro que llegó desde la banda derecha. Al espectáculo asistió con pasividad la defensa de la Unión Deportiva Las Palmas, que echó de menos al paraguayo Antolín Alcaraz, lesionado. Todo ocurrió antes de los seis minutos de juego, para sorpresa del respetable, que se mantiene alejado del verde por las obras. Entre eso y el césped, que está impracticable, parece que se juega en territorio hostil para el equipo anfitrión, al que se le está atragantando el regreso a la Liga BBVA. Jonathan Viera intentó echarse el equipo a los hombros y llegaba a la medular para sustituir la falta de creatividad. Adelante, Sergio Araujo no se enteró de que el partido se disputó anoche. Escalante y Adrián González equilibraban al equipo vasco, que se mostró como un muro.

En el segundo tiempo, el Eibar atenazó bien a los amarillos, que de igual forma que frente al Rayo Vallecano se vieron impotentes para alterar el orden del equipo contrario. El equipo vasco, apoyado en el recorrido de Capa y la velocidad de su tercio atacante siguió haciendo daño. El japonés Takisho Inui, Borja Bastón y Saúl Berjón fueron suficiente para generar peligro. Y Asier Riesgo en la la portería abortó las situaciones de peligro, apenas un par. Da la sensación de que el equipo canario va a vivir toda la temporada con la presión de la zona baja de la clasificación. La segunda parte transcurrió entre la impotencia y ansiedad amarilla y el orden del Eibar, que con oficio duerme en la séptima posición con 12 puntos e invicto fuera de casa. Otro buen inicio de temporada.

En el rato que Juan Carlos Valerón estuvo en el campo la pelota sufrió menos, como siempre. Debutó esta temporada en casa, después de contar sus primeros minutos hace una semana en el Camp Nou. Recogerá aplausos en forma de homenaje esta temporada. Ya lo hizo en Barcelona y, por supuesto, ayer en Gran Canaria, su cuna.