La explosión Gumbau
El centrocampista, que hace dos temporadas jugaba en Primera Catalana y ayer lo hizo en el Camp Nou, pide turno en el primer equipo del Barcelona
“Parece imposible, quizá sólo le pase a una persona entre tres millones”, reconocía ayer Gerard Gumbau (Campllong, Girona; 20 años) tras estrenarse con la camiseta del Barça en el Camp Nou y en la Liga; “pero me ha tocado a mí y estoy orgulloso. Debo ir asimilando poco a poco y siempre con los pies en el suelo”. Más que nada porque su vida ha dado un vuelco de 360 grados en apenas dos años, cuando se fajaba en campos de Primera Catalana con el Girona B. Ahora, sin embargo, se presenta como el candidato del filial para sustituir al lesionado Rafinha. Al menos hasta que pueda jugar Arda Turan, castigado de rebote por la FIFA por la contratación irregular de menores del club azulgrana.
Pero Gumbau ya no se frena. Hace un curso fue fichado por el filial azulgrana, noticia que sorprendió porque devoraba de un bocado cuatro categorías. Pero ya en la primera jornada de Segunda debutó en el Reyno de Navarra (Osasuna), sustituyendo a Kaptoum. Y, desde entonces, adelantó en jerarquía a Pol Calvet (lesionado de gravedad), Bicho, Babunski y el mismo Kaptoum. Sus actuaciones de interior eran convincentes y también demostró buenas maneras de pivote, sitio que ocupó cuando Sergi Samper iba regularmente con el primer equipo.
Pese al descenso de categoría del filial, Gumbau fue de las pocas noticias positivas y Luis Enrique no dudó en llevárselo durante esta pretemporada pasada con el primer equipo. Su desempeño convenció al técnico asturiano, que decidió darle más minutos que al elogiado Samper, una de las grandes esperanzas de La Masia. Una preferencia subrayada en la primera cita liguera, cuando el Barça visitó San Mamés. Aunque se quedó en el banquillo. “Es un jugador muy interesante”, le define Luis Enrique.
Gumbau, un tanto lento en la carrera aunque con buen toque de zurda, parece más cómodo de mediocentro que de interior, hasta el punto de que recuerda a Busquets por físico, pero sobre todo, por su capacidad para batir líneas con pases verticales. “Estamos muy contentos con Gumbau, siempre funciona bien en la posición en la que juegue. Se sabe adaptar muy bien a todo, tanto a la posición de pivote como a la de interior”, destacó Eusebio, su exentrenador. Aunque chirrió un poco de central, cuando lo probó ahí Jordi Vinyals, entrenador que acabó el curso anterior dirigiendo y consumando el descenso del filial. Pero Gumbau lo tiene claro. “Busquets es un referente. Siempre me fijo en él”, resolvió ayer en la zona mixta del Camp Nou, tan tranquilo ante los micros como en un estadio de 90.000 personas. “Bueno”, replicó; “este estadio impresiona porque no se acaba nunca, por lo grande que es”. Pero ya lo ha probado y eso que hace dos años estaba en Primera Catalana. “Ahora no me planteó ningún objetivo. Mi equipo es el filial, pero quiero aprovechar al máximo mi experiencia en el primer equipo”, resuelve.
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