Los cimientos del Atlético no se tocan

Más allá de que a ningún entrenador le haga gracia recibir un gol en contra, para Diego Simeone resulta capital que la defensa del Atlético resulte una de las piezas más fiables del equipo. Los cimientos de su casa deben resistir ante cualquier vendaval, pues a partir de esa estoicidad el equipo lleva a cabo su comportamiento natural, el contragolpe. Por el momento la apuesta del argentino sigue siendo la misma de la temporada pasada a pesar de los fichajes y está respondiendo. En los cuatro partidos disputados hasta el momento (tres de Liga y uno de Champions) el Atlético solo ha recibido dos goles (los de Neymar y Messi ante el Barcelona), dejando a cero su portería ante Las Palmas, Sevilla y Galatasaray.

Hasta el momento solo Filipe Luis ha logrado ocupar un lugar en la habitual línea de cuatro en la que confía el técnico rojiblanco. Ante el Eibar, el lateral brasileño volverá a ocupar la banda izquierda tras recuperarse de unas molestias que le impidieron viajar a Turquía. Juanfran, Godín, que también parece recuperado de un esguince de rodilla, y Giménez conforman uno de los triángulos sobre los que descansa la tranquilidad defensiva del Atlético y en el que todavía no han conseguido incluirse futbolistas como Savic, fichado este verano del Fiorentina, dentro de la operación de salida de Mario Suárez, para ocupar el lugar de Miranda, traspasado al Inter de Milán. El central montenegrino no ha disputado un solo minuto con el Atlético, a pesar de que en el club se valora su fiabilidad. Tampoco es ya ninguna novedad la presencia de Oblak en el once titular. El meta esloveno se ha ganado la confianza de Simeone tras su impresionante final de temporada el curso pasado y sus buenas actuaciones hasta el momento.

Ante el Eibar, el técnico del Atlético medita repetir el mismo once que ante el Galatasaray (con la entrada de Filipe Luis por Siquiera), lo que volvería a colocar a Jackson Martínez en la punta de ataque junto a Griezmann y Vietto, en lugar de Fernando Torres. Sin embargo, Simeone no descartó alinear a ambos en ataque. “¿Por qué no? Son dos delanteros diferentes, uno más posicional, el otro más rápido. Tienen gol los dos, trabajan los dos, uno es zurdo, el otro derecho, así que pueden ser compatibles”, confió el argentino.

Si bien el puzle ofensivo del Atlético es todavía una incógnita, en lo defensivo la situación parece clara. Y no hay forma de derribar una casa si los cimientos se mantienen firmes.