La libertad de Silva

David Silva (Arguineguín, 29 años) se presentó a esta convocatoria de España con cuatro asistencias de gol en el Manchester City y el reconocimiento de la Premier League de que ningún jugador está siendo tan desequilibrante en el inicio de la temporada. Su entrenador, Manuel Pellegrini, le ha centrado definitivamente para entregarle todo el mando del juego ofensivo del City. “Por detrás de Agüero o de Bonny, que es su sitio, él se siente más cómodo”, analizan en su entorno más cercano. De esa libertad, el sábado brotó un futbolista muy convencido y atrevido, que le dio una continuidad a las circulaciones de balón que hacía tiempo que la selección no mostraba. El toque casi sin mirar y la interpretación del desmarque de ruptura de Jordi Alba, que irrumpió por el lado débil de la defensa eslovaca, volcada hacia el centro, fue una maniobra de alta escuela para abrir el marcador pronto y evitar la ansiedad. “Messi también parte de la derecha y David me vio muy bien, así que sí, puede compararse a esa jugada que hacemos en el Barça”, admite el lateral azulgrana.

Siempre que he estado en la selección me he sentido importante"

Después del gol y aliado con Iniesta, su mejor socio, Silva dibujó un partido soberbio. Con la camiseta entre las manos, a reflexionaba sobre su estelar actuación ante Eslovaquia. Se le exigía, como a Iniesta y a Cesc, que diera un paso al frente con la pelota. Y lo dio. Después de Busquets (136), fue el que más pases dio (126). “Siempre se pide todo, el liderazgo lo he tenido desde que he llegado a la selección. Está claro que ha habido otro compañeros antes que ejercían más esa función, pero los goles y las asistencias que llevo también son liderazgo”, se reivindica. En 92 partidos con la selección, Silva ha marcado 23 goles y ha dado 20 asistencias. “¿Madurez?, por supuesto, te vas haciendo mayor, eso está claro, pero siempre que he estado en la selección me he sentido importante. Llevo nueve años aquí”, sentencia el canario, que responde con cierto hartazgo a la pregunta de si está en el mejor momento de su carrera. “Cada vez que hago uno o dos partidos bueno me preguntan eso y luego se olvidan”.

“El ideal”, apunta Del Bosque, “es que busquemos que los jugadores se encuentren a gusto como en sus equipos”. Silva partió de la derecha, pero fue una posición ficticia. Del Bosque le concedió libertad para moverse. Siempre que pudo, Silva se fue al medio para buscar las combinaciones en corto y el uno contra uno cuando le hizo falta. “La labor de Juanfran se compensa bien con la de Silva. Cuando él se mete al medio, el lateral le doblaba por afuera”, explica Del Bosque.

A sus 29 años, el canario está a solo a dos tantos de los 25 que logró Fernando Torres con la selección

Silva ha formado parte de las selecciones que conquistaron las dos Eurocopas, 2008 y 2012, y el Mundial 2010, aunque en este último Del Bosque le relegó a la suplencia tras la derrota con Suiza en el primer partido. Eso siempre dejó un poso de resquemor en el mediapunta, que se sintió señalado. También, pareció solapada por la presencia de futbolistas de más jerarquía y por su timidez. “No es fácil tener la continuidad en el juego que tuvimos con Eslovaquia. Después de lo que hemos conseguido los equipos se cierran mucho atrás, así que cuando hacemos partidos así nos vamos satisfechos”, sostiene el mediapunta, que defiende el estilo recobrado el sábado: “Jugamos al toque y desde 2008, cuando ganamos la Eurocopa con Luis, somos una referencia mundial jugando así”.

Del Bosque siempre ha defendido, pese a esa sensación de que Silva no acaba de explotar bajo su dirección, que los goles y sus pases le han hecho uno de los futbolistas más importantes en su etapa como seleccionador hasta estar solo a dos tantos de los 25 de Fernando Torres. Con todo, Del Bosque también señala una versión más rotunda de Silva: “Está con muchas ganas de llegar a gol, de participar en el juego y eso es muy bueno para la selección”.