El Getafe busca mayor protagonismo

Tras una temporada turbulenta —con tres entrenadores, ventas constantes de jugadores y problemas económicos—, el Getafe busca la tranquilidad. Dos cursos seguidos salvándose a las últimas de cambio son demasiados para un club poco acostumbrado a los sustos desde que llegó a Primera hace ya once años. “Una permanencia cómoda”, tal como apuntó el nuevo técnico, Fran Escribá, es un objetivo realista tras un verano sin fichajes de relumbrón en el que abundaron las cesiones.

La principal novedad está en el banquillo. Fran Escribá aterriza en el club madrileño tras el milagro de mantener en la máxima categoría a un Elche en quiebra y con jugadores que no cobraban. El técnico valenciano ya conoce el equipo azulón, fue el segundo de Quique Sánchez Flores en la primera temporada del conjunto en Primera, cuando el Getafe era uno de esos equipos que aportaban frescura y color a la Liga y el Coliseum Alfonso Pérez se llenaba casi siempre.

Recuperar las sensaciones que ese inexperto Getafe transmitía obsesiona al presidente Ángel Torres, que partido tras partido ve desde el palco las desangeladas gradas del estadio. Por eso, al margen de metas deportivas, el club del sur de Madrid necesita conectar con una afición difícil de seducir porque, por lo general, tiene como primer amor al Real Madrid y al Atlético. Escribá quiere proponer un juego atractivo y generoso en ataque, sabedor de que eso puede enganchar más que atar una permanencia temprana y pelear después por los puestos del 8º al 14º.

Huir de lo anodino, del anonimato, es una necesidad para el Getafe, que necesita quitarse la etiqueta de equipo de relleno que tiene colgada desde hace unas temporadas. Las gestas ante los grandes, las finales de Copa y los enfrentamientos ante colosos europeos como el Bayern quedan muy lejos y el aficionado azulón necesita nuevas ilusiones. En los últimos años, la hinchada solo ha respondido cuando el equipo se ha visto con el agua al cuello. Desde el club esperan no tener que llegar a ese extremo para agitar las gradas.

El técnico fue el segundo de Quique Sánchez Flores en la primera temporada del conjunto en Primera

A la espera de que los últimos días del mercado completen la plantilla, Escribá contará con la misma base de jugadores del curso pasado. Los Guaita, Velázquez, Pedro León, Sarabia, Lafita y Álvaro Vázquez lucen galones y tirarán del carro. Las premuras económicas obligan a reforzarse a base de cesiones y jugadores que llegan con la carta de libertad. Futbolistas como Medrán y Bernard, cedidos por Madrid y Atlético respectivamente, son una incógnita en la máxima categoría. Otros, como Moi Gómez y Víctor Rodríguez, cuentan con más experiencia. Las incorporaciones de Damián Suárez, Vergini y Cala deben servir para apuntalar la defensa.

Escribá no anda escaso de talento en el centro del campo. La unión de jugadores que cuidan el balón hace factible la idea de realizar un buen fútbol, pero el técnico valenciano debe preocuparse si no llega algún refuerzo arriba. La temporada pasada Álvaro Vázquez se hizo indispensable. El delantero catalán anotó goles que valieron puntos, pero sus problemas físicos solo le dejaron aparecer en 21 encuentros. Sin un sustituto claro, el equipo se quedó sin mordiente y acabó con una pobre cifra goleadora (33). Fuerte atrás y con calidad en el medio, el Getafe podría dominar la bola en la mayor parte de sus duelos, pero necesita más pólvora arriba.

Otro año más en Primera y proporcionar alicientes a una afición acostumbrada a estar en la élite y que ha dado la espalda al equipo. Metas nada desdeñables que sentarían las bases para recuperar al Getafe de antes. Un club que busca su sitio.