Jamaica mete en apuros a Costa Rica

Un año después de deslumbrar el mundo en el Mundial de Brasil 2014, la Selección de Costa Rica acabó suplicándole al reloj que le mantuviera un empate a dos goles contra Jamaica en el debut de la Copa Oro, en Estados Unidos.

El favor fue concedido, pero los sacrificios fueron demasiados para la mejor selección centroamericana, aquella que tumbó a Uruguay y a Italia, la que sacó a Inglaterra y doblegó a Grecia hasta llegar a cuartos de final, caer en penales contra Holanda y despedirse invicta de la Copa Mundial.

Los Reggae Boyz supieron marear con su velocidad y fuerza física, pero también con su orden táctico, a la selección de Costa Rica, ahora dirigida por el exdelantero Paulo Wanchope y ya no por la mano dura del colombiano Jorge Luis Pinto.

Con la mitad de los hombres titulares en Brasil, los centroamericanos pusieron signos de pregunta sobre el cartel de favoritos que le pudieron atribuir para esta Copa Oro. Por si alguien quería ver el reprise de un año atrás, los ticos dejaron claro en el Stubhub de Los Ángeles que este es otro equipo distinto, con un estilo en construcción que deja hendijas y, sobre todo, sin la convicción para llevar la pelota con seguridad.

La Costa Rica llamada a imponerse sobre Jamaica, El Salvador y Canadá es otra. Es una que propone y demuestra oficio, pero que al minuto 12 dejó botar la pelota casi en el área pequeña después de un saque lateral y puso al rival Garath McCleary en posición inmejorable para batir a quemarropa al portero Esteban Alvarado. Nada pudo hacer el sistituto de Keylor Navas, héroe de Brasil 2014, ahora concentrado en sus asuntos propios en el Real Madrid.

Sin demasiado control pero con apego a las instrucciones de Wanchope, los ticos intentaron ser lo que se espera de ellos. Sin las luces habituales del cerebro Bryan Ruiz (recién contratado por el Sporting Lisboa de Portugal), armaron juego colectivo y así colocaron el empate. Una pelota quieta sirvió para aplicar instrucciones de pizarra y concretar una triangulación hasta la cabeza alta del defensor Roy Miller.

Costa Rica parecía animarse a jugar como sus expectativas. Intentaban y perdían la pelota. Hacían cambios de juego y acababan peléandola contra el músculo jamaiquino y tentando una contra de esos que llevan genes de velocistas. Apostaban entonces por la bola larga y así cayó el segundo gol, con un gran pase de Celso Borges (Deportivo La Coruña) que supo ganar sobre la línea de fondo el atacante David Ramírez, la pareja que Wanchope prueba para Joel Campbell.

Con el 2-1 Costa Rica intentó asentarse y mantenerse a flote hasta el descanso. Debutar con una victoria habría bastado para la autocomplacencia y para afinar su ruta en un torneo que nunca ha ganado. Esta Copa Oro, que pilla a los ticos todavía con el sabor dulce de Brasil, se presentaba asequible. Si lo es o no, dependerá de que los centroamericanos se corrijan.

El segundo tanto de Jamaica sirvió para recordarlo muy pronto, apenas a los dos minutos del retorno. Fue otra mala salida de Bryan Ruiz, que perdió la pelota y cayó el pies fogosos del 10 caribeño Jobi McAnuff. En otros tiempos la defensa lo habría bloqueado, pero esta noche no. El veterano mediocampista se quitó de encima a Roy Miller con un juego veloz de cadera y piernas y entró por el centro hasta tocar bajo el cuerpo del arquero Alvarado.

El técnico de Jamaica, el alemán Winfried Schäfer, supo mantener los controles y llevar peligro. El tercel gol jamaiquino anduvo cerca y sólo los centímetros de más o los reflejos de Alvarado lo evitaron. Pasó un balón por arriba, pasó una pierta salvadora y pasó un silbatazo polémico del árbitro mexicano Fernando Guerrero, en una jugada sin offside.

Pueden respirar aliviados los centroamericanos. Lo bueno: el debut pudo ser peor, hay lecciones aprendidas para el juego contra El Salvador (sábado) y puede decir que esta Jamaica viene de caer solo 1-0 contra Argentina en la Copa América. Lo malo: Wanchope aún está en fase de pruebas y el listón sigue evocando aquel paso mágico por Brasil con Jorge Luis Pinto.