Victoria de Nico Rosberg en el Gran Premio de Austria

La pugna entre los dos pilotos de Mercedes por el liderato en el Mundial de fórmula 1 se agudiza en cada carrera. Ninguno de los dos quiere ceder terreno a su compañero y rival y cada gran premio se convierte en una batalla a muerte. En Austria, Nico Rosberg fue el mejor desde el principio y acabó ganando su tercera carrera del año y rebajando la diferencia en relación a Hamilton a solo 10 puntos. El piloto alemán adelantó a su compañero en la primera curva y no cedió su posición de predominio hasta el final. Se adjudicó de esta forma la 11ª victoria de su carrera y demostró que la batalla por el título está más viva que nunca.

La respuesta de Hamilton no se hizo esperar. El británico amenazó a Rosberg desde que perdió la primera posición, se le acercó, viajó en paralelo, intentó presionarle. Pero esta vez el alemán, de 29 años, se mostró impertérrito. Condujo con una solvencia impresionante hasta que alcanzó la bandera a cuadros. Hamilton, en cambio, agotó todas sus opciones en las vueltas previas a su cambio de neumáticos (35ª) y se precipitó incluso en la salida del pit-lane, cuando, con excesivas prisas, acabó pisando la línea blanca y fue sancionado con cinco segundos. Circulaba ya a más de cuatro de Rosberg, con lo que podía dar por concluida su batalla por la victoria. Sin embargo, los cinco segundos no le perjudicaron por detrás. La distancia que le separaba de Felipe Massa y Sebastian Vettel era superior a los 15 segundos.

A Vettel también se le torció la carrera cuando, instalado cómodamente en tercera posición, pasó por el taller y sufrió un problema con la rueda trasera derecha que le hizo perder un tiempo precioso. Su pit-stop tardó 10 segundos más que el de Hamilton. Y ello no solo le dejó en cuarta posición, por detrás de Felipe Massa, sino que le impidió poder alcanzar a Lewis Hamilton, una opción que habría sido posible teniendo en cuenta la sanción impuesta al británico.

Para Fernando Alonso las cosas comenzaron ya torcidas. Partió el penúltimo, sólo por delante de su compañero de equipo Jenson Button. Y con una sanción a cuestas que le obligaba a pasar por el pit-lane antes de la tercera vuelta. Para el británico la situación era peor todavía, puesto que además él debió permanecer parado 10 segundos. Así que ambos comenzaron a rodar con la carrera arruinada. “Nuestro único objetivo es rodar para ir mejorando el rendimiento del McLaren”, había dicho el asturiano. No les quedaba otra opción. Sin embargo, todo se acabó para Alonso en la misma salida, cuando Kimi Raikkonen realizó una brusca maniobra hacia la izquierda, sin darse cuenta de que el español estaba atacando. El finlandés embistió el coche de Alonso que quedó colgado encima del Ferrari en el arcén contra las vallas.

Teníamos muy buen ritmo para estar entre los siete primeros, pero hoy no ha sido nuestro día" Carlos Sainz Jr.

Ahí acabó la carrera de Alonso. Un gran premio en el que tanto Fernando como la escudería McLaren no ha hecho más que acumular desgracias: sanciones, averías y el accidente en la misma salida. Y la imposibilidad de poder evaluar las evoluciones que se habían introducido en el monoplaza de Alonso. La frustración de McLaren creció más todavía cuando en la décima vuelta Button se vio obligado también a abandonar por un problema en el sensor del sistema de consumo. Alonso tuvo que pasar un reconocimiento médico, pero caminó hasta allí por su propio pie.

“Había salido muy bien e iba 13º o 14º. Raikkonen estaba patinando mucho ya en la segunda curva hasta que perdió el control y se escoró hacia la izquierda, cuando yo estaba intentando adelantarle. Fuimos los dos contra el muro”, explicó Alonso. “Yo no sabía ni donde estaba. Pero cuando me di cuenta de que estaba encima del Ferrari, salí del coche para comprobar si Kimi estaba bien. Le vi sacando el volante y ya me tranquilicé. No pude dar ni una vuelta y Jenson también tuvo que abandonar. Así que no pudimos trabajar en nada. Los test de esta semana serán cruciales”.

Las cosas tampoco concluyeron bien para Carlos Sainz. El madrileño partió bien y todo se le puso de cara a medida que la carrera iba avanzando. Sus expectativas estaban situadas en acabar entre la séptima u octava posiciones. Pero en la 38ª vuelta tuvo que abandonar con problemas en la batería. “Teníamos muy buen ritmo para estar entre los siete primeros, pero hoy no ha sido nuestro día”, sentenció Sainz. “Ya tuve un problema en el pit-lane. Y después me he quedado sin batería. Todo pintaba muy bien y es una pena. Nos hemos tocado con Grosjean para defender mi posición. Pero estoy contento porque el coche ofrecía buenas prestaciones”.

La carrera resultó de las más duras del campeonato si nos atenemos a los múltiples abandonos que se produjeron. Fueron seis en total, lo que permitió al valenciano Roberto Merhi realizar el mejor resultado desde que está en la F-1. Acabó 14º… y último. Nunca hasta ahora había concluido tan arriba. Su mayor mérito esta vez fue acabar la carrera.