La presión ya no es para Brasil, es para Colombia

En una Copa América que tiende a las sorpresas, una nada desdeñable es que Brasil sienta menos presión que su rival esta noche (21.00, Estadio Nacional de Santiago) en el partido que podría dejar a la temible Colombia de José Pékerman fuera de una Copa América donde estaban llamados a ser alternativa. Después del triplete conseguido con el Barcelona, Neymar podría además certificar su victoria definitiva esta temporada sobre James Rodríguez, estrella del pasado Mundial, que acabó siendo un valle de lágrimas para la Canarinha. “Está en un nivel increíble”, ha dicho James sobre su rival culé, contra el que se enfrentó por última vez en marzo. La historia reciente no consuela a los cafeteros, derrotados en sus dos últimos partidos contra la seleçao (la última, en cuartos de final, justo antes del Mineirazo). En términos generales, tampoco deben mirar las estadísticas: Brasil tiene siete victorias, una derrota (1991) y un empate ante Colombia en la historia de la Copa América.

No es una revancha, pero queremos ganar a Brasil” José Pékerman, seleccionador de Colombia

La prensa colombiana reunida en Chile confía ciegamente en las posibilidades de su equipo para dar la vuelta de una vez a su historia particular contra la pentacampeona en una coyuntura favorecida por el desgaste emocional de la selección brasileña tras el Mundial, la magnífica generación de futbolistas colombianos (sin duda la mejor desde comienzos de la década de 1990) y la necesidad: tras su mal partido contra Venezuela, Colombia no puede perder, quedaría prácticamente eliminada de un torneo al que James y Falcao llegaron para competir con el propio Neymar, Messi, Alexis Sánchez o Vidal como los reyes futbolísticos de Sudamérica.

Tras la victoria in extremis contra Perú (la undécima consecutiva), Carlos Dunga ha mostrado su lado más relajado y ha hecho de la necesidad virtud: “Brasil cambió muchas cosas, cambiamos en cada entrenamiento… Cada día tenemos más confianza. Somos más maduros por lo que pasó [en 2014]”, aseguró ayer en la rueda de prensa previa al partido. Una buena noticia para el seleccionador es la recuperación de Philippe Coutinho, el mediapunta del Liverpool, que se perfilaba como titular tras la lesión de Óscar pero se resintió de unas molestias musculares después de hacer un buen papel en el amistoso contra México hace diez días. Otro puesto en disputa es el del delantero centro que acompañará al “extraterrestre” (según la prensa chilena) Neymar en la punta del ataque: Roberto Firmino sigue ofreciendo buenas sensaciones en los entrenamientos y podría reemplazar a un activo pero ligeramente impreciso Tardelli.

Los nervios, aunque sea por una vez, son para el rival. “No es una revancha, pero queremos ganar a Brasil”, afirmó ayer Pékerman, para quien Colombia “se ha recuperado anímicamente”, reconociendo que fue un golpe duro perder en el debut. “Todos asumimos nuestras responsabilidades. Yo siempre hablo de equipo; y cuando las cosas no salen, muchas veces es injusto buscar responsables que tengan absolutamente la dependencia del resultado malo”, declaró en lo que pareció un respaldo a sus máximas estrellas, James y Falcao, que coparon los titulares ante Venezuela por su escasa influencia en el partido. Pékerman elogió a Brasil (“Desde que llegó Dunga, planifica su futuro”) y a Neymar (“es desequilibrante y es mejor que no tome el balón”).

Es francamente complicado aventurar la alineación inicial de Colombia después de que el equipo no encontrase en ningún momento la idea colectiva que exhibió en Brasil el año pasado. Los laterales Armero y Zúñiga, con poca continuidad en sus clubes, podrían salir del equipo, y en la punta Carlos Bacca se disputa un puesto con Teo Gutiérrez junto a Falcao. Pronto saldremos de dudas. Partido de alto vuelo esta noche en Chile.