“Soy el mejor del mundo”
LeBron James se aferra a su liderazgo y a sus números descomunales en la pelea de los Cavaliers por un anillo que ya acarician el mágico Stephen Curry y sus Warriors
LeBron James atravesó a todo trapo el quinto capítulo de su particular cruzada por el anillo de la NBA, pero ni siquiera así pudo cantar victoria. A medida que avanza la final se define con mayor nitidez el guión: LeBron contra los Warriors. Su antagonista, Stephen Curry, se crece día a día, pero dispone de un apoyo mucho más cualificado. Los Warriors están al completo. Los Cavaliers echan de menos a tres piezas esenciales: Kyrie Irving, Kevin Love y Varejão. Golden State ganó el quinto partido (104-91) y domina la final por 3-2.
El equipo californiano acaricia ya el anillo que anhela desde que lo ganó por última vez en 1975. Como mínimo se ha asegurado dos oportunidades para decidir. La primera, la próxima madrugada con el sexto asalto, en Cleveland. En el caso de que los de Ohio sean capaces de restablecer la igualdad, el séptimo y definifivo encuentro se disputará en la madrugada española del viernes al sábado.
La titularidad de Iguodala, idea de un editor de vídeos
Nick U'Ren, de 28 años, es un anónimo editor de vídeos de los Warriors. Mientras los Warriors perdían por 2-1 la final y sufrían muchos problemas, U'Ren vio un vídeo del tercer partido de las finales de 2014 entre San Antonio y Miami, el equipo, entonces, de LeBron. Observó que, tras la derrota de los Spurs y el 1-1, Popovich sorprendió al alinear como titular a Diaw en lugar del pívot, Splitter; una solución poco ortodoxa, pero efectiva. U'Ren se lo hizo notar a Luke Walton, ayudante de Steve Kerr, que copió la idea. En el cuarto partido, Iguodala fue titular por primera vez este curso, en lugar de Bogut, y brilló, como en el quinto. La idea de U'Ren ha funcionado.
La tralla de LeBron y sus alardes parece sobrehumana. En el quinto encuentro obtuvo su segundo triple doble en esta final: 40 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias. La última vez que se obtuvo un triple doble en la final de esta magnitud estadística fue en 1969 y su autor fue Jerry West. Fue también el octavo partido de Lebron con al menos 30 puntos, 10 rebotes y 10 asitencias en estos playoffs, lo que le iguala con el legendario Oscar Robertson. Pero su súper producción no fue suficiente. JR Smith asumió un papel relevante con 14 puntos y una serie de cuatro triples, pero sólo fueron unos momentos. Luego LeBron volvió a quedarse solo ante el peligro. “¿Siente menos presión en estas finales debido a que su equipo está diezmado?”, le preguntaron a LeBron. “No. Mantengo la confianza porque soy el mejor jugador del mundo. Así de simple”.
David Blatt, que recibió elogios por la defensa que practicó su equipo en el segundo y en el tercer partido, vuelve a estar en la diana. Pese a las bajas, se le critica porque ha reducido las rotaciones al mínimo. Y en el quinto partido tomó una decisión polémica. Los Warriors ahogaron a Mozgov en el interior de la zona. Blatt prescindió del pívot ruso, autor de 28 puntos y 10 rebotes en el cuarto duelo. Mozgov sólo jugó nueve minutos. Los Cavaliers defendieron más abiertos. Y Stephen Curry lo aprovechó para protagonizar su mejor actuación en esta final, con siete triples y 37 puntos, 17 en el último cuarto.
Estadísticas históricas del Rey
Los números de LeBron en las finales son históricos. Promedia 36,6 puntos, 12,4 rebotes y 8,8 asistencias.
Suma el 54% de las asistencias de su equipo (44 de 81), el 40% de los puntos (183 de 464) y el 27% de los rebotes (62 de 229).
El 23 de los Cavaliers se ha propuesto imitar la remontada de Miami Heat, su anterior equipo, en los playoffs de 2013. Entonces, Miami perdía ante los Spurs por 3-2, como ahora Cleveland. Pero el equipo de Florida ganó los dos últimos partidos, con dos espléndidas actuciones de LeBron.
“Ellos cambiaron de estrategia. Tuve más espacios y mis compañeros me facilitaron el trabajo”, explicó el base de los Warriors. “No hay gran cosa que hacer cuando tira como lo ha hecho. Estuvo extraordinario”, dijo Blatt. “Hubo muchos factores que nos hicieron daño en este partido. Curry fue uno de ellos. Y en muchos de los tiros que mete no hay demasiado que hacer, salvo quitarse el sombrero”, comentó LeBron. El duelo entre LeBron y Curry deparó momentos espectaculares. Uno anotaba un triple y el otro le contestaba con la misma moneda. Uno penetraba hasta la canasta, el otro hacía lo propio. LeBron pagó probablemente el cansancio. Jugó sólo dos minutos más que Curry, pero a diferencia del base de los Warriors, la estrella de los Cavaliers tiene que multiplicarse. A menudo es él quien sube y distribuye el balón, o quien lo mantiene en su poder hasta que decide por dónde desea desencadenar el lanzamiento. Casi todas las acciones de ataque de los Cavaliers pasan por sus manos. La infinita confianza que tiene en sí mismo no le impide hacer autocrítica. “Perdí un par de bolas, un par de errores defensivos. Tengo que hacerlo mejor. No me pongo un techo en lo que soy capaz de hacer. Sé que estoy asumiendo una gran carga, pero es lo que hay”, cerró.
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