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Colombia sucumbe ante Venezuela

La Vinotinto, con gol de Rondón, se impone al conjunto amarillo, donde no hubo rastro de James ni de Falcao

Javier Lafuente
James se lamenta de una ocasión.
James se lamenta de una ocasión. Juan Carlos Cárdenas (EFE)

Los fantasmas de la generación de los 90, la más brillante selección de Colombia hasta el pasado curso, aquella que partía como favorito y siembre terminaba por sucumbir, sobrevuelan de nuevo. Venezuela se cobró su primera victoria en una Copa América ante Colombia. Los de Pékerman se perdieron en el fango que planteó la Vinotinto, lejos del brillo europeo donde se desenvuelven sus estrellas. James, que terminó pidiendo el cambio por problemas en el hombro, fue el mayor ejemplo del desconcierto cafetero.

Aspira Colombia, quieren sus seguidores, que el clásico regional sea un duelo contra Brasil, como el del miércoles, o las citas contra Argentina. Se sentía el equipo de Pékerman capaz de tutear a quien sea. La realidad marca otros caminos. No hay mayor rivalidad histórica para el conjunto cafetero que los duelos contra la vecina Venezuela, partidos siempre toscos en los que la Vinotinto se desenvuelve mejor que Colombia. Los dos enfrentamientos previos a esta Copa América se contaban con una victoria para los venezolanos y un empate.

COLOMBIA, O; VENEZUELA, 1

Colombia: Ospina; Zuñiga, Zapata, Murrilo, Armero (Jackson MartíneZ, m. 82); Cuadrado, Carlos Sánchez (Cardona. M. 62), Valencia, James; Bacca (Teófilo Gutiérrez, M. 72) y Falcao. No utilizados: Vargas, Bonilla, Valdés, Franco, Arias, Andrade, Mejía, Ibarbo, Muriel.

Venezuela: Baroja; Rosales, Vizcarrondo, Túñez, Amorebieta; Seijas (Lucena, m. 74), Arango (Cichero, m. 85), Guerra, Rincón, Vargas; y Rondón. No utilizados: Fariñez, Hernández, Ángel, Perozo, Acosta, González, Rivas, Martínez y Fedor.

Goles: 0-1. M. 60. Rondón.

Árbitro: Andrés Cunha (Uruguay). Amonestó a Seijas, Amorebieta, Vizcarrondo, Lucena, Carlos Sánchez, Zapata y James

Apostó Pékerman de inicio por el sevillista Bacca como pareja de ataque de Falcao, lo que, sobre el papel parecía garantizar una buena dosis de pólvora para el equipo cafetero. Pero el problema radicaba más atrás. Venezuela segó la creatividad colombiana. El previsible planteamiento del equipo de Noel Sanvicente cuajó desde el primer momento. Acostumbrada tradicionalmente a sostener un muro en la retaguardia, infalible por alto, Sanvicente buscó la presión en el centro del campo para tratar de forzar alguna contra. Dio resultado. Así, entre Seijas, Rincón y Rosales minaron a Cuadrado y consiguieron anular a James, desaparecido durante el choque. Con ese atasco en la línea de creación, la salida del balón dependía de Carlos Sánchez. Ni rastro de la divertida selección de hace un año en el Mundial de Brasil. Arriba, Bacca penaba solo, sin rastro de Falcao, un calco de la peor versión que se vio este año en Manchester.

Parecía que el guion cambiaba en la segunda parte. Salieron los de Pékerman con más determinación, pero el espejismo apenas duró 15 minutos. Venezuela se aprovechó de la incomparecencia de la defensa colombiana, sobre todo en los laterales, para armar una jugada que terminaría con un cabezazo de Rondón al fondo de la red de Ospina. El orden se imponía a la calidad. A la desesperada, Colombia se fue arriba con todo. Optó Pékerman por quitar a Bacca a favor de Teófilo Gutiérrez y dejar sobre el césped a Falcao, del que no había constancia. El técnico argentino se decantaba por no alimentar la inseguridad que pende sobre el capitán. Arrinconada Venezuela, ni la salida de Jackson Martínez cuajó. Colombia se iba a la caseta con una derrota que le puede complicar el pase a la siguiente fase. La llave, el miércoles ante Brasil.

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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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