Kreuziger ya es libre para seguir corriendo

“Kreuziger no estuvo a la altura en el Giro porque cada día que pasaba la cuerda en el cuello le apretaba un poquito más”, dice Giovanni Lombardi, mánager del ciclista checo del Tinkoff. “Pensaba que el 10 de junio sería condenado por el TAS, y era normal. Pero, ahora que la UCI y la AMA han retirado el recurso para suspenderlo, se siente libre. Seguro que hará un gran Tour trabajando para Contador”.

Trabajando para Alberto Contador, justamente, Roman Kreuziger, de 29 años, terminó quinto el Tour de 2013. Fue su último gran resultado. Pocos días antes de comenzar el Tour de 2014, la Unión Ciclista Internacional anunció que su pasaporte biológico mostraba irregularidades que hacían sospechar un dopaje sanguíneo y que debería ser sancionado. Los análisis sospechosos se habían efectuado en 2011 y 2012, cuando Kreuziger corría en el Astana.

Preventivamente, su equipo no lo alineó en el Tour y, también cautelarmente, la UCI lo suspendió antes de la Vuelta. Sin embargo, el Comité Olímpico Checo, el organismo al que la UCI solicitó que lo sancionara dos años, admitió sus argumentos —las variaciones en su perfil hematológico no se debían ni a la toma de EPO ni a transfusiones sanguíneas, sino a que, como su hermana, sufría de hipotiroidismo, por lo que seguía un tratamiento— y lo absolvió. Aunque la UCI, a la que se unió la Agencia Mundial Antidopaje, recurrió al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), Kreuziger volvió a correr.

El miércoles 10 estaba fijada su vista en Lausana, pero a media tarde del viernes, la UCI y la AMA anunciaron en un comunicado que retiraban el recurso y que daban por cerrado el caso Kreuziger. Es una decisión insólita que no tuvo más explicación que una frase. “Ante las nuevas informaciones que obran en nuestro poder […] no tenemos base para seguir adelante”.