Pablo Laso: “No pienso en perder”

El escenario es conocido para Pablo Laso y el Real Madrid. Un año más en la final de la Euroliga, un año más en disposición de poner fin a 20 años de sequía de Copas de Europa en el club que más entorchados continentales tiene. "Estoy muy contento de estar aquí de nuevo", declaró Laso en la rueda de prensa de presentación de la final del domingo, "pero sé lo que significa entrenar al Madrid, te obliga a estar en finales. Recuerdo que cuando gané mi primer título [la Copa del Rey de 2012] el presidente me dijo ya en la celebración ‘ahora a por la Liga".

El técnico se hizo cargo del Real Madrid en el verano de 2011 y desde entonces ha disputado 12 finales de 15 posibles, incluidas estas tres de Euroliga. "Son tres finales en tres años, eso habla bien del equipo, pero es un gran esfuerzo. A veces no se valora lo suficiente el llegar a una Final Four, con todas las fases previas y partidos que tiene la competición", subrayó en entrenador. Preguntado por si se está malacostumbrando a la gente con tanta presencia en la lucha por el título, Laso contestó que "ojalá sigamos haciéndolo". También dejó claro el entrenador madridista que no teme al fracaso. "No pienso en perder", sentenció.

Es el líder [Spanoulis] y tiene mucho talento, pero no puedo poner a cinco a defenderlo. Respetamos a todo el equipo"

El conjunto blanco se jugará la gloria mañana ante Olympiacos, un viejo conocido, el equipo que le derrotó en la final de 2013. Y en el aire flotaba el nombre de Spanoulis, verdugo blanco hace dos años y ejecutor del CSKA en la semifinal. "¿Cómo pararlo? Buena pregunta. Una vez escuché a un entrenador decir que la única manera de frenar a Galis [jugador griego de los ochenta] era encerrándolo en el vestuario", bromeó Laso. "Es el líder y tiene mucho talento, pero no puedo poner a cinco a defenderlo. Respetamos a todo el equipo".

Junto al técnico madridista se encontraba Giannis Sfairopoulos, el entrenador de Olympiacos, que llegó al club del Pireo a finales de año y solo había dirigido al equipo en 25 encuentros antes de esta Final Four. Los helenos son el conjunto con menor presupuesto de los que llegaron a Madrid y en su plantilla, salvo Spanoulis y Printezis, no destacan grandes nombres. El resto del equipo son un ejército de clones, todos ellos preparados para la guerra. "Nuestro punto fuerte es la defensa", afirmó Sfairopoulos, "ante el CSKA no estuvimos demasiado bien en ataque pero nos salvó la defensa".

Real Madrid y Olympiacos son posiblemente equipos antagónicos. Los blancos basan su baloncesto en la rapidez y alegría en ataque y los helenos fortifican su aro para que cada punto cueste un mundo al contrario. "Somos el equipo con el presupuesto más bajo, lo tenemos que compensar haciendo un baloncesto agresivo y fuerte", añadió Giorgios Printezis, ala-pívot del equipo. Su técnico tampoco se salió el discurso épico. "Cuando juegas una final no hay fatiga ni dolor".

En las dos finales perdidas por el Madrid no estaba Gustavo Ayón. El pívot mexicano llegó como refuerzo de última hora a principio de temporada y es ahora cuando está encontrando su mejor nivel. "Ha sido una temporada larga y he trabajado para estar al máximo nivel en estos momentos. Desde el primer día que llegué se habla de este objetivo, pero mañana tenemos que hacer el partido perfecto", concluyó el mexicano.