El estilo clásico de Lorenzo
El español domina el fin de semana en Jerez tras un mal inicio de campeonato y pese a renunciar a modificar su pilotaje
Jorge Lorenzo no lograba una pole desde el gran premio de San Marino, en septiembre del año pasado. Y aunque aquella carrera la terminó ganando Rossi sirvió de impulso al mallorquín, que ganaría en Aragón y Japón. El remonte, sin embargo, no le bastó para arrebatarle a su compañero el subcampeonato del Mundial. El invierno fue de pico y pala: el de Yamaha perdió hasta cinco kilos, compaginó la montaña con los circuitos de tierra y las horas de gimnasio, y empezó a buscar la constancia perdida encima de la moto en los primeros tests de pretemporada. Le ha costado encontrarla, como también ha tardado en volver la confianza: después de tres carreras sobradas de calamidades Lorenzo ha vuelto a encontrarse con aquel que fue.
He intentado mejorar mi estilo, pero a veces estar tan centrado en hacerlo te quita soltura” Jorge Lorenzo, piloto de Yamaha
“Hacía tiempo que no dominaba los entrenamientos. Eso me hace sentirme feliz de nuevo y motivado”, decía poco después de conseguir el mejor tiempo en la clasificación y hacerlo, además, con un tiempo dos décimas mejor que el de la pole de Márquez del año pasado, la mejor, hasta ahora. El camino no ha sido fácil. “Las primeras carreras nos confundieron. Deberíamos haber estado en el podio en cada una de ellas”, señala Wilco Zeelenberg, el director deportivo del equipo de Lorenzo. En Qatar, un mal montaje del casco le impidió pelear por la victoria; en Austin, además de la bronquitis escogió mal el neumático delantero; y en Argentina se equivocó con el trasero. Resultado: dos cuartos puestos y un quinto.
“La base con la que llegamos a los circuitos no le sirve. El neumático no trabaja bien con esta moto, tiene falta de agarre”, explica el ex piloto holandés. Y añade: “Todo depende del neumático. Si dura, si te da agarre, puedes pilotar con el estilo que quieras. Si no, debes encontrar la mejor manera de ser rápido. Eso significa que debes tirar un poco más del tren trasero, como hace Márquez, debes frenar con las dos ruedas, no sólo con una. El estilo clásico suponía frenar con la parte delantera de la moto, pero si con la delantera no es suficiente necesitas la segunda parte para parar la moto”.
Márquez, sin calmantes
No le discutió la pole al mallorquín esta vez Marc Márquez, que hace sólo una semana era operado de una fractura en su meñique y que sufrió una leve caída en el último entrenamiento libre. Pero, aun así, obtuvo el segundo mejor tiempo del sábado. El de Honda tiene algunas dudas sobre lo que será capaz de hacer en carrera, si resistirá las 27 vueltas bajo el sofocante calor en el sur de España (se esperan más de 30º de temperatura ambiente a mediodía), si su brazo derecho responderá a toda la carga de trabajo del fin de semana (al evitar forzar el izquierdo es el derecho el que acusa más estrés) y si sabrá contentarse con cazar algunos puntos, los que pueda, aunque sean menos de los deseados. No se infiltrará, pues los médicos no han visto la manera de hacerlo en ese meñique que tiene afectado. "Un Enantyum y palante", rio.
Lorenzo, finísimo al manillar, siempre echó mano de ese estilo clásico. Y aunque lo ha intentado no le ha resultado fácil adaptar su estilo a esa nueva exigencia de las gomas con las que se calzan las 1.000cc de estos últimos años, como sí ha hecho Rossi, que ha sacrificado paso por curva por ser más agresivo en la frenada. En Jerez, donde la M1 tiene algo más de agarre y Lorenzo mejores sensaciones que sus rivales, ha renunciado a cambiar nada. “Estos años he intentado mejorar mi estilo de pilotaje, pero a veces estar tan centrado en hacerlo te quita un poco de soltura. Hay que intentar saber en qué fallas, pero cuando llegas a un circuito en un fin de semana de carreras a veces es mejor pilotar con tu instinto, sin pensar demasiado y dejándote llevar por cómo te sientes. He decidido salir con otra mentalidad este fin de semana. Y, de momento, está funcionando”, reconocía el piloto.
“Uno de los mejores aspectos de Jorge es que nunca tienes que motivarle. Está ansioso por ser el mejor. Siempre. Por eso Yamaha quiso que se quedara en el equipo. Hemos visto en el pasado lo que es capaz de hacer”, concluía Zeelenberg. La pole de este sábado llegó el día después de que Yamaha anunciara que las dos partes se habían puesto de acuerdo en seguir con su alianza hasta, de momento, 2016. “Haber solucionado mi futuro me da más tranquilidad, pero creo que ha coincidido todo en el tiempo y que hubiera ido igual de bien aquí de no haber decidido quedarme en Yamaha”, sentenció Lorenzo.
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