Sevilla - Real Madrid: Cristiano ante el reto de Nervión
El Madrid acumula dos derrotas seguidas en el feudo del Sevilla, que habitualmente se le dio muy bien a la estrella del equipo de Ancelotti
Florentino Pérez se presentó en el hotel de concentración del Madrid en Sevilla, en una de las zonas más modernas de la ciudad y relativamente cerca del Ramón Sánchez Pizjuán, con una sonrisa enorme y bajo un calor asfixiante. El dirigente tuvo el detalle de coger de la mano a un joven aficionado del Madrid. Lo metió en el hotel para que los futbolistas le firmaran su camiseta y recibió algunos pin de regalo. Florentino es consciente de lo mucho que se juega su equipo en Nervión.
El feudo del Sevilla acumula 34 partidos oficiales sin perder. Una barbaridad. También lo ha sufrido el Madrid, que ha perdido en sus dos últimas visitas al campo del Sevilla. Perdió 1-0 en la temporada 2012-13 y 2-1 en la pasada. “Es un estadio muy complicado”, afirmó Carlo Ancelotti, quien comenzó a perder la pasada Liga en Sevilla. Aquella tarde el gol de Cristiano fue insuficiente para doblegar a un Sevilla muy bien guiado por Rakitic, que encontró en Bacca a su goleador. Illarramendi fue titular y su actuación no convenció al entrenador italiano. Tampoco ganó el Madrid hace dos temporadas, cuando cayó por 1-0, gol de Trochowski, hoy futbolista retirado.
Estas dos derrotas alteraron el dominio apabullante del equipo blanco en su Sevilla en sus anteriores visitas. Dos victorias por 2-6 seguidas que encumbraron a Cristiano. El portugués, al que se le nota algo agobiado por no haber marcado en los dos últimos partidos ligueros, anotó cuatro goles en el 2-6 de la temporada 2010-11 y tres tantos en el otro 2-6 de la campaña siguiente.
Nervión será especial, como siempre, para Sergio Ramos, que vuelve a su casa, donde se formó, donde ya no se le silba. “El mundo se parará a las ocho de la tarde”, ha proclamado Unai Emery, entrenador del Sevilla. Nervión se llenará para contemplar el partido que decididará si el Madrid sigue peleando por la Liga o ésta tiene ya un color claramente blaugrana. Se juega el Sevilla-Madrid, uno de los grandes clásicos de la Liga mientras Ancelotti deshoja la margarita: Isco o Chicharito. Juego o gol para un partido en el que se espera el regreso de Bale y la magia anotadora de Cristiano. Enfrente no estará su amigo y compatriota Beto, sino un portero con cara de niño: Sergio Rico.
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