Cristiano se desespera sin su gol
Acosado por Messi en la lucha por el 'pichichi', el portugués se irrita cuando Arbeloa se le adelanta en el 3-0
Hubo una jugada a balón parado al borde del área del Almería. Luego una segunda jugada que retuvo a los defensas madridistas alertas ante Rubén. Un pase de Isco, un centro de Chicharito, y un desmarque simultáneo de dos muchachos vestidos de blanco hacia el segundo palo. Dos bravos. Dos tipos ambiciosos. El más flaco, el de la barba cuidadosamente descuidada, llegó primero y marcó el gol. El 3-0 definitivo. El que dejó al segundo atleta en liza sin añadir otra muesca en su cuenta personal. Molesto. En un rapto de furia se metió en la red, cogió el balón y le arreó una patada como despidiéndolo por traidor. Cristiano parecía fuera de sí mientras Arbeloa, el triunfador, celebraba con Chicharito, en la esquina, su primer gol en Liga desde 2010.
Iván Helguera, campeón de la Champions con el Madrid en 2000 y 2002, que comentaba el partido para Onda Cero, se quedó perplejo. “Cristiano se ha cabreado”, observó. “Ha mirado a Arbeloa como diciéndole: ‘¿Qué haces tú aquí, si tú eres lateral?’”.
"No me molesta", dijo Arbeloa, "todos sabemos que Cris tiene una lucha con Messi"
Cristiano tenía razones para estar molesto. El portugués acababa de jugarse el tiro desde 30 metros desbaratando con una mala finalización un contragolpe en el que los madridistas igualaban a sus rivales en una situación de tres para tres. La pelota se había estrellado en la tribuna baja. El público le había pitado. Pero él lo ignoraba todo, como si pensase que necesitaba el gol. Como si considerase que desde el 11 de abril, frente al Eibar en el Bernabéu, no mete un gol relevante. Ese día hizo el 1-0. El único tanto que ha metido desde entonces es el último de la goleada (3-1) al Málaga, en el minuto 90. Nada contra el Atlético en Champions. Nada contra el Celta. Y nada contra el Almería mientras Messi parece disfrutar de su crecida en Barcelona. El argentino suma 49 goles en todas las competiciones y 38 en Liga. Cristiano contabiliza 50 y 39 en Liga. Su ventaja se acorta.
“He visto la reacción de Cristiano”, dijo Arbeloa, meciéndose la barba revuelta, al salir del vestuario; “y a mí no me molesta. Y si a mí no me molesta creo que no le tiene que molestar a nadie. Entiendo ese gesto como la ambición por hacer goles. Entiendo que Cris no solo quiere ganar los partidos. Él quiere hacer goles. Sabemos todos en el equipo que él está luchando por el Pichichi. Tiene una lucha con Messi por el trofeo de máximo goleador de la Liga y yo soy consciente de ello. Intentamos ayudarlo. Es normal que cuando tiene un partido y no marca… Esa ambición es lo que lo convierte en el número uno”.
"Si no marca más goles yo me quedo contento", dijo Ancelotti, "ya lleva 50. Nunca vi algo igual"
Le preguntaron a Arbeloa qué pensaba de la pitada del fondo sur a Cristiano y el lateral se meció la barba otra vez. “La afición es muy, muy exigente, y en todos los partidos hay silbidos porque en todos los partidos hay errores”, reflexionó. “Y va a haber pitidos siempre porque los futbolistas nos equivocamos, porque fallamos, porque la gente nos exige el máximo. Nosotros estamos encantados con el público porque al final siempre nos apoya. Cuando les necesitamos sabemos que siempre van a estar ahí”.
El entrenador, Carlo Ancelotti, escuchó la misma pregunta cien veces repetida en la sala de prensa, cada vez que Cristiano, insaciable, se revuelve contra su mala suerte ante el gol. ¿Qué le pasa al muchacho? ¿Está en crisis o es un bache pasajero? ¿Ha visto cómo se cabrea? ¿Se da cuenta usted? “¡Pufff!”, resopló el técnico. “Si Cristiano no marca más goles desde hoy hasta el final de temporada yo estoy contento. Ya ha marcado 50. Yo nunca he tenido un delantero que meta 50 goles en mi carrera. Así es que yo estoy contento igualmente”.
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