Varane y Ramos, los reyes del estrés
Los centrales no solo destacaron como excelentes defensores ante el Atlético, además corrigieron la ausencia de mediocampistas puros en el Madrid
Thierry Gras, su agente, le dice que tiene ofertas de grandes clubes. Ofertas que podrían cuadruplicar lo que gana en el Madrid, como ocurre con los centrales de su categoría que militan en el PSG, el Chelsea, el United o el City. Su padre, en cambio, le contiene. Le recuerda que tiene 21 años y todo el tiempo del mundo para seguir desarrollándose hasta convertirse en el titular imprescindible que desea ser. Porque Raphaël Varane ambiciona ocupar un lugar incuestionable en la zaga del Madrid. No le basta con haber jugado la final de Lisboa y haber levantado la Décima. Debajo de la máscara de joven retraído y amable se esconde un competidor de pocas pulgas. Un tipo capaz de plantarse en el Calderón y robarle 14 balones al Atlético.
Varane y Ramos se complementaron para ejecutar un trabajo colosal el martes en la ida de los cuartos de final de la Champions. Ambos se repartieron funciones que abarcaron mucho más que la defensa en un intento de compensar la ausencia de mediocentro puro en el equipo. Ramos no solo recuperó 13 balones sino que se aventuró al centro del campo para ayudar a los volantes a elaborar las jugadas. Según la UEFA, el sevillano dio 44 pases correctos, solo por debajo de Marcelo (46) y Kroos (49), y además le hicieron cinco faltas. Varane permaneció atento a guardar la espalda a su compañero, movió menos la pelota (25 pases correctos), pero quitó más balones que nadie, 14 en total.
"Sin Alonso, los centrales pasan más tiempo corrigiendo que defendiendo", dice Quique Flores
Entre los dos hicieron mucho más de lo que hace cualquier buen central. Lo explica Quique Sánchez Flores, que antes que entrenador de clubes como el Valencia y el Atlético fue defensa, y de los mejores de su tiempo. “El mediocentro del Madrid tiende al desequilibrio”, explica Quique. “Toni Kroos siempre jugó en posiciones más adelantadas y no está acostumbrado a ocupar tanto campo. Otros equipos, como el Barça con Busquets, o como el Atlétco con Mario, Gabi o Tiago, juegan con una red de seguridad en esa zona. Sin Xabi Alonso y Di María, que sí lograban equilibrar el mediocampo, el Madrid perdió esa red. Esto genera un estrés muy grande en los dos centrales".
"En sistemas más equilibrados", prosigue el técnico, "los centrales pasan más tiempo defendiendo. En el Madrid, Ramos, Varane o Pepe, deben pasar más tiempo corrigiendo que defendiendo. Los centrales del Madrid están constantemente corrigiendo posiciones. Hacen más kilómetros, más cambios de posición, y viven más expuestos porque defienden más espacios”.
Pocos partidos han sido más estresantes para los defensas madridistas que el del martes por la noche. Cuando el Atlético atacó, Ramos debió tapar los carriles que dejaron vacíos Marcelo y James, por donde se colaba Arda. Luego, ya encargado de iniciar las jugadas, se vio en el aprieto de encontrar destinatarios de sus pases en el avispero del mediocampo. Con Kroos tapado por Mandzukic, con Gabi cerrando a James y Koke vigilando a Modric, apenas hubo opciones de pase interior. Apurado por la falta de tiempo y espacio, Ramos falló ocho entregas. Si el Atlético no aprovechó mejor las intercepciones fue porque Varane se apresuró a corregir. El francés, que tardó un año en recuperarse de la operación en un menisco, ha recobrado su esplendor físico. En el Calderón hizo una exhibición de velocidad muy poco común en un defensa central.
El sevillano repartió
La ausencia de Alonso, el hombre que orientaba a gritos a todos sus compañeros el año pasado, ha dejado un vacío que el silencioso Kroos no hace más que agrandar. Modric y Ramos intentan suplirlo. El defensa salió con la voz ronca del estadio. “Tenemos que sacar conclusiones positivas”, dijo, sin poder ocultar su frustración tras el 0-0. “Hemos jugado muy bien al fútbol”.
Ramos cerró la columna madridista que abandonó el Calderón con paso cansino y gestos de amargura. “Está claro que jugamos en casa ante nuestro público”, ponderó el discreto Casillas, “pero si ellos meten un gol nos obligarán a meter dos. El empate ya no nos sirve”.
El miércoles que viene no bastará con los reyes del estrés.
Sin Marcelo en el Bernabéu
A pocos minutos de la conclusión del partido, Marcelo saltó con Fernando Torres para luchar un balón aéreo con el codo por delante. A pesar de que no llegó a golpear al rojiblanco, el movimiento le delató y se ganó una tarjeta que le impedirá jugar la vuelta en el Bernabéu.
Aunque Ancelotti ya sabe lo que es jugársela en la Champions sin el lateral brasileño —no disputó los últimos partidos de la pasada edición—, su recambio habitual, Coentrão, no anda fino esta temporada y sus últimas apariciones fueron en las derrotas ante Atlético (4-0) y Schalcke (3-4). El portugués solo ha disputado 806 minutos este curso en todas las competiciones por los casi 3.700 de Marcelo. Arbeloa y Nacho son las otras alternativas que tendría el técnico italiano.
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