‘Mad men’, Natalia y modestos ejemplares
Como cada lunes y jueves, Juanma Iturriaga analiza los principales temas de la actualidad con su peculiar óptica
06/04 Lunes
Los lunes suelen ser días de momentos o detalles. Vistos todos los resúmenes habidos y por haber de los muchos deportes que se concentran el fin de semana de forma casi inmediata y en cuanto terminan, los restos que quedan para el lunes son más puntuales. La canasta de no sé quién, el taconazo de no sé cuál y por supuesto la lectura de labios, que se está convirtiendo en todo un clásico y que a su vez provoca que los deportistas durante los partidos hablen más con la boca semitapada por la mano que al descubierto. Dentro de este minimalismo conceptual basado en instantes, se elaboran las llamadas “imágenes del fin de semana”, un popurrí donde la temática es diversa. De las últimas me quedo con una que sospecho que es toda una novedad. Gracias a la multitud de cámaras con que se escruta todo lo que pasa en un campo de fútbol, creíamos haber visto de todo, mordiscos y exhibición de genitales incluidos. Pero Orellana, jugador del Celta, introdujo una nueva modalidad, el lanzamiento de césped, para mostrar su cabreo con Busquets por demorarse en el lanzamiento de una falta. Siendo sorprendente el arma arrojadiza, más lo fue el acierto del jugador chileno, que le dio de pleno al jugador azulgrana. Puntuación de los jueces: 0 en deportividad, 10 en puntería.
Para mucha gente, el hombre del día es Cristiano y sus cinco goles de ayer. Pero para muchos otros no es otro que Don Draper. Sí, la espera se ha hecho larga, pero hoy, por fin, podremos ver el comienzo de la última tanda de siete capítulos de Mad Men, que cerrará definitivamente una de las grandes series de la televisión. Como en otros casos parecidos, el de Breaking Bad como más reciente, en cada uno de ellos se juntará el disfrute de su descomunal calidad en guión, actores y ambientación con la pena de que el cierre esté un poco más cerca. Pero bueno, supongo que esto debería ir en el blog de Quinta Temporada y no en estas páginas de deporte.
07/04 Martes
Causa sorpresa hoy la noticia de la marcha atrás de la atleta Natalia Rodríguez. Hace una semana anunció, como se anuncian hoy estas cosas, vía Twitter, que se retiraba a sus 35 años. Hoy ha hecho un donde dije digo, digo Diego, y va a seguir en activo un año más con el objetivo de ir a los Juegos de Río el verano que viene. Siete días parecen muy poco para revocar una decisión tan importante, pero el abismo que se suele abrir cuando abandonas una profesión que ha sido tu vida durante tantos años puede provocar este tipo de comportamientos. De los tres motivos que te empujan a la retirada —por no tener equipo que te quiera o cumpla tus expectativas, por una lesión o de forma voluntaria— la última es la más complicada, pues depende básicamente del estado de ánimo. Y este es un territorio muy cambiante. Natalia no es ni la primera ni la última que recorre un ida y vuelta, aunque eso sí, en este caso, la proximidad de una decisión con la contraria me hace pensar en una enorme agitación mental que suele derivar en confusión.
El que parece no sufrir del mal de la confusión es nuestro presidente del gobierno, que hoy ha reunido a su fiel hinchada (llamada Junta Directiva Nacional) para recibir ovaciones y decirles (y a toda España vía plasma) que son los mejores y que se sientan orgullosos de su equipo pues lo están haciendo muy bien. Si la autocrítica es el inicio de la mejora, no podemos esperar nada; ni nuevo, ni mejor. Mientras, el juez Ruz rechaza que el PP se persone como ofendido por el asunto de la caja B del partido. Toma ya, el mundo al revés. Yo sé que estamos curados de espanto, pero hay que reconocer que a veces la rueda de molino se atraganta mucho.
Estados Unidos nos ha colado en los últimos tiempos unas cuantas costumbres como Halloween, Papá Noel o el Black Friday, y espera tú que no terminemos también celebrando el día de acción de gracias. Deportivamente hablando, ya hay casi más seguimiento de la NBA que de nuestra liga y la Superbowl está apuntada también en el calendario. Pero hay cosas que no terminan de cuajar, como el béisbol o la Final Four universitaria de baloncesto. Duke ha vuelto a ganar de la mano de Coach K. pero la locura que se vive al otro lado del Atlántico con el March Madness no ha logrado traspasar fronteras de forma destacada. Quizás su gran aportación ha sido el formato, abrazado en muchos deportes en general con bastante éxito.
08/04 Miércoles
El Herbalife es el equipo de baloncesto de Gran Canaria. Un club que lleva haciendo las cosas muy bien desde hace años, apoyado por una afición incansable, instalado habitualmente en la zona alta de la clasificación y convirtiendo en costumbre su presencia en Copas del Rey y playoffs. Después de un año donde por motivos económicos y logísticos, algunos de ellos derivados de su particular situación geográfica, renunció a su ganado derecho de participar en la Eurocup, este año apostó por ello y no le ha podido ir mejor. Hace unos minutos ha vuelto a ganar al Unics Kazan y se ha clasificado por primera vez en su historia para la final. Solo ha perdido un partido en toda la competición y le queda un pasito para meterse el año que viene en la Euroliga. Pase lo que pase, el mérito es enorme y la felicitación debe ser del mismo tamaño.
Celebro siempre que algún equipo logra sacarnos de la habitual eje Madrid-Barcelona, monopolizador de casi toda la información deportiva. Además del Herbalife, hoy lo ha hecho el admirable Rayo Vallecano del gran Paco Jémez, del que me declaro muy fan por estar demostrando desde hace ya tiempo que se puede (y esto es extensible a otros deportes, como el baloncesto) jugar un fútbol de calidad, atrevido, generoso con el espectador, respetuoso con el balón y ambicioso en su propuesta sin necesidad de tener una chequera inagotable. En un mundo donde parece que el dinero marca todas las diferencias, reconforta observar que todavía hay espacio para que triunfen ideas como las que ponen en práctica los vallecanos y que de paso dejan en evidencia otros planteamientos que, con la excusa de los recursos limitados, abrazan la racanería. Bienvenido sea y que cunda el ejemplo.
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