La tecnología ‘arbitra’ en Argentina

Primero lo cobró. El árbitro argentino Germán Delfino pitó penalti por una presunta mano del colombiano Daniel Rosero Valencia, del Arsenal de Sarandí, en el sur de la periferia de Buenos Aires. Delfino le mostró la tarjeta roja a Rosero, que se retiró del campo. Después lo anuló. Tras cuatro minutos de debate, suprimió el penalti a favor del Vélez Sarsfield y pitó manó de su atacante Mariano Pavone en el área de Arsenal.

¿Qué sucedió en esos cuatro minutos? El cambio de opinión del colegiado el pasado domingo en la octava jornada de la liga argentina desató una polémica sobre el uso de la tecnología al servicio del arbitraje, algo que está prohibido por el reglamento de la FIFA. Delfino dice que modificó su decisión por consejo del árbitro auxiliar, Lucas Comesaña. La duda es cómo este último se enteró de que la mano era de Pavone y no de Rosero. ¿La vio en vivo o alguien le avisó a partir de las tres repeticiones que la TV Pública hizo de la polémica jugada hasta que Delfino cambió su fallo?

Ni Delfino ni Comesaña han explicado nada de eso. Solo el colegiado dio su versión a la prensa: “Traté de tomarme el tiempo necesario hasta que hubo un minuto de paz y tomé la decisión”. Los jugadores de Arsenal no dejaban de protestar. “Son cosas que no me pueden pasar. Me voy muy mal. Nunca me pasó, pero hay que ser fuerte y seguir. Cambié el fallo por un aporte de mis asistentes. Me dijeron que el que había puesto la mano había sido Pavone”, explicó Delfino.

Pero fotografías que difundió la prensa deportiva argentina muestran que un asistente de producción de la TV Pública le comentó algo al cuarto árbitro mientras los jugadores de Arsenal se quejaban ante Delfino. La emisora estatal lo niega. Tras el cambio de fallo, fueron los de Vélez los que increparon al juez. De todos modos, acabaron ganando 2-1.

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) por ahora ha sancionado al árbitro al excluirlo del arbitraje de la próxima jornada de liga. La AFA explicó que lo hizo por “procedimiento desprolijo” (descuidado) de Delfino. No se descarta que la entidad le aplique alguna pena mayor.

Las dos asociaciones argentinas de colegiados también polemizan. El presidente de uno de esos colectivos, Guillermo Marconi, opinó: “Se podría aplicar la tecnología, pero el árbitro forma parte de un juego de apreciación subjetiva. Ninguna cámara puede medir la intencionalidad”.

En cambio, el líder de la otra asociación, Federico Beligoy, mostró otro parecer: “Hace años que vengo pidiendo a gritos el uso de la tecnología en el fútbol. Hace cuatro décadas nosotros entrábamos al campo de juego con un silbato y dos tarjetas y el árbitro era juzgado con una cámara. Hoy sólo sumamos un intercomunicador mientras que tenés 40 cámaras por partido”. El caso devuelve al debate el uso de la tecnología en el fútbol.