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Michael Matthews se impone en un accidentado ‘sprint’

Una caída en la última recta lastró el final de etapa en Bilbao

Michael Matthews gana la priemra etapa de la Vuelta al País Vasco.
Michael Matthews gana la priemra etapa de la Vuelta al País Vasco.M. Toña (EFE)

Hay héroes victoriosos, héroes derrotados y héroes caídos. Abundan más los segundos y los terceros que los primeros. Sobre todo en el ciclismo, donde hay heroicidades obligatorias. Los héroes modestos tienen la obligación de lucir su cuerpo al sol o a la lluvia o a lo que caiga. Y bien que lo lució Omar Fraile, el mocetón de Santurce enrolado en el Caja Rural, que se escapó en los albores de la etapa inaugural de la Vuelta al País Basco (Bilbao-Bilbao, de 162,7 kilómetros) en compañía de Bulgac y Turgis. Atracón de kilómetros en tan escueta compañía hasta que soltó a sus lapas en la primera de las dos subidas al Ganguren (2º categoría). Quería dejarse ver ante su gente "y si el pelotón me daba tregua pues a intentar ganar". Pero el pelotón no estaba para treguas. En la segunda subida al Ganguren, ya oliendo el olor a ciclismo que se respira en Bilbao, los minutos cayeron como segundos, tic-tac, tic-tac. Antes, Fraile se permitió el lujo de un último descenso a placer, con el puntal del sillín clavado en el coxis, como un propulsor más que como un cuchillo y con la mandíbula pegada al manillar para sentir el pálpito del asfalto.

Clasificación

Primera etapa y general:

1. Michael Matthews (Aus/Orica): 3h57:07.

2. Michal Kwiatkowski (Pol/Etixx-Quick-Step): m. t.

3. Ilnur Zakarin (Rus/Katusha): m. t.

4. Kevin Reza (Fra/FDJ): m. t.

5. Tony Gallopin (Fra/Lotto): m. t.

La segunda subida se le hizo larga. Más aún cuando los tipos del Sky, del Astana, del Cofidis decidieron enloquecer la carrera con ataques continuos, que estiraban y encogían el pelotón como una madeja de goma. Que si Vuillermoz, que si Mikel Nieve, que si Taramae, que si Henao, que si... Tony Martín, el ciclista que parece impulsado por un rayo. Tomó la cabeza, descendió como un cochecito en la montaña rusa e insistió, e insistió ya en las calles de Bilbao perseguido por el intrépido Taramae. El sprint se anunciaba como un duelo bajo el sol de un extraño Bilbao, tan luminoso en un lunes festivo de Pascua. Pero el papel de héroe victorioso le correspondió a un habitual en las lides del sprint, el australiano del Orica Michael Matthews que se impuso con autoridad manifiesta y se convirtió en el primer líder de la Vuelta al País Vasco. Pero hubo también héroes caídos, aquellos que dieron con los huesos en el suelo cuando el pelotón circulaba como alma que conduce el diablo. Fueron los más, como ocurre casi siempre en el ciclismo y en la vida.

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