Modric tiene un imán
El croata, que inició las dos jugadas de gol del Madrid, devuelve equilibrio al equipo
Decía Carlo Ancelotti el sábado que los cambios que haría en el partido contra el Levante no eran para señalar a nadie, sino para intentar ganar el partido. Iker Casillas lo vio sentado en el banquillo (lo que no le eximió de recibir los pitos de buena parte de la grada, algo que se ha convertido ya en una costumbre). Arbeloa, Khedira y Coentrao lo vieron desde la grada. Tres de los titulares contra el Schalke fueron los descartes del técnico italiano. Volvió Sergio Ramos —con el brazalete de capitán— tras cinco semanas de ausencia y volvió también Luka Modric.
Arbeloa, Khedira y Coentrao, titulares ante el Schalke, estuvieron en la grada
El central llevó la arenga durante el calentamiento: no paró de animar a sus compañeros, de pegar gritos de “¡vamos, vamos!” y charlar a solas con Cristiano Ronaldo. Modric la arenga la llevó en el campo. No necesita gritar, ni pedir la pelota. La atrae como si llevara un imán en el pie. Sus compañeros le buscan. El croata los mejora a ellos y al equipo que en las últimas semanas, algo desquiciado, era incapaz de mantener la posesión del balón. Lucas Silva —por delante de la defensa ayer y por detrás de Modric e Isco— jugó con una comodidad que todavía no había mostrado; Isco con la de siempre pero con más profundidad. Toni Kroos tuvo una noche de descanso, la primera en muchos meses, y también vio el partido desde el banquillo.
“Modric ha dado una contribución importante hoy por la calidad; también la ha dado Sergio Ramos por la personalidad. La presencia de Modric, además, da más oportunidad a Bale de entrar en el juego, lo conoce bien de la época en el Tottenham. Bale está más cómodo con Modric”, analizó Carlo Ancelotti.
Los meses de inactividad parece que no han afectado a su condición física
El centrocampista croata dijo el martes después de la derrota contra el Schalke que él no era el salvador, que un jugador no puede arreglar los problemas de un equipo, que los problemas de un equipo se arreglan jugando como equipo, valga la redundancia. Él parece haberlo conseguido. El Madrid recuperó con él posesión, estabilidad y equilibrio.
Modric lo hace todo bien. Barre y construye. Roba y se ofrece. Aparece en todas las zonas del campo. Anoche remató sin miedo, dio 87 pases (78 buenos) y participó en las jugadas de los dos goles. Además, participó en las jugadas de los dos goles. Fue él quién le dio la pelota a Benzema para que asistiera a Cristiano. El remate de chilena del portugués lo salvó en la línea un defensa del Levante y Bale se aprovechó del rechace para abrir el marcador. En el segundo tanto fue de nuevo Modric el que le dio el balón a Carvajal para que asistiera a Cristiano. El remate lo desvió Bale para firmar el 2-0, a la postre definitivo.
El último partido de Modric antes de la lesión —jugando con su selección en San Siro contra Italia (mediados de noviembre)— fue contra el Rayo. De los 16 encuentros de Liga, Copa y Champions disputados por el Madrid, fue titular en 14. Se perdió dos (Elche y Cornellá en Copa del Rey) por descanso. El pasado martes jugó algo más de media hora contra el Schalke; anoche aguantó (con una amarilla) 77 minutos. El domingo llegará al clásico del Camp Nou listo para poder disputar los 90 en un partido que puede valer media Liga. “Hoy lo importante era verificar la condición de Modric que sigue mejorando”, comentó Ancelotti.
Los meses de inactividad parecen no haber afectado demasiado su rendimiento ni su condición física. Esa era una de las dudas ya que la que ha sufrido en el tendón es la primera lesión grave de toda su carrera. Futbolista de cintura baja no ha perdido ritmo de competición pese a los cuatro meses fuera de los terrenos de juego. Carlo Ancelotti ha recuperado su talismán. Un tipo que tiene un imán en el pie y al que anoche el público despidió con un largo aplauso.
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