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Cuando se lo propuso el Valencia

El conjunto de Nuno derrota al Córdoba (1-2) en un partido de mínimos desatado al final

Piatti, en el momento de marcar.
Piatti, en el momento de marcar.CRISTINA QUICLER (AFP)

Al final quedan los resultados. La purpurina y el confeti para contadas fiestas. Hizo lo mínimo el Valencia en el Nuevo Arcángel y le alcanzó para abrazar una victoria ante un limitado Córdoba cuya posición, cerrando la tabla, se justifica en su escasez de recursos. Venció el conjunto de Nuno cuando se lo propuso, haciendo valer el mayor peso de los apellidos de sus jugadores. En la primera parte logró adelantarse en el marcador en la única acción destacada culminada por André Gomes. Conservó su botín sin apenas agobios hasta que, a falta de un cuarto de hora para el final, el Córdoba lograba empatar de penalti. Apretó los dientes el Valencia mejorado en el ataque con la entrada de Negredo. Hasta que Piatti, con suspense, consiguió un gol que refrenda al grupo de Nuno su posición de Champions. Víctima de sus limitaciones, el Córdoba queda más hundido.

Sin Alcácer, lesionado, y Negredo en el banquillo, Nuno optó por dejar sin una referencia fija en el eje del ataque del Valencia, ejerciendo De Paul de falso nueve, con Rodrigo y Piatti de acompañantes en el ataque, más concebido para correr que para combinar. Sin embargo, espacios es lo que le iban a faltar en el partido al Valencia. Era más una cuestión de paciencia, elaboración y precisión lo que requería el encuentro para los intereses del técnico portugués ante un Córdoba ordenado en defensa e intenso en la presión. Sobre la pizarra, Djukic tenía claro qué convenía hacer a su equipo, necesitado de una victoria que le haga creer en sí mismo y en la salvación.

CÓRDOBA, 1- VALENCIA, 2

Córdoba: Saizar; Campabadal, Pantic, Crespo, Edimar (Fede Vico, m. 59); Rossi, Krhin (Zuculini, m. 84); Héldon, Abel Gómez (Florín, m. 54), Ghilas; y Bebé. No utilizados: Juan Carlos; Íñigo López, Deivid y Borja García.

Valencia: Alves; Joao Cancelo, Mustafi, Otamendi, Gayà; Javi Fuego, Parejo; De Paul (Negredo, m. 60), Rodrigo (Feghouli, m. 64) y Piatti. No Utilizados: Yoel; Vezo, Orban, Salva Ruiz y Filipe Augusto.

Goles: 1-0. M. 38. André Gomes.

1-1. M. 73. Ghilas, de penalti.

1-2. M. 81. Piatti.

Árbitro: Undiano Mallenco. Amonestó a Gayà, Héldon y Rodrigo.

Unos 16.000 espectadores en el Nuevo Arcángel.

Se competía y apenas se jugaba. No inquietaba el Valencia, sin dar cuenta de las cualidades de Saizar, debutante bajo los palos en Primera a los 32 años. Incomodaba el Córdoba el despliegue del Valencia, al que le faltaba tacto y chispa. Las batallas individuales eran ganadas por los verdiblancos, que pusieron a prueba a Alves con sendos disparos de Bebé y Abel Gómez.

El Córdoba dificultaba que el Valencia encontrara el hilo a un partido con demasiadas trabas, más del gusto del grupo de Djukic, complaciente con desvirtuar al conjunto valenciano. La apuesta cordobesa requería de máxima concentración defensiva. Logró su propósito con notable éxito hasta que, a falta de siete minutos para el descanso, tuvo unos segundos de duda, efectuando en desequilibrio el balance en el repliegue. Aprovechó el Valencia la mínima concesión. Se descolgó De Paul hacia el costado izquierdo del área cordobesa y desde allí, tras revolverse, atendió la llegada de André Gomes, que sin oposición cruzo el esférico sin que Saizar pudiera alcanzar el remate de derechas del portugués. El gol cambiaba la continuidad del cuento, cuya introducción escrita por el Djukic requería de un viraje de guion que revertiera el nudo y el desenlace de la historia. El técnico serbio apostó por un segundo delantero ahorrándose un centrocampista. Entró Florín Andone por Abel Gómez. En la primera intervención del rumano que llegó con sus padres a los 11 años a Vinaròs, formado como futbolista en el Castellón y el Villarreal, pudo dar el empate a su equipo. Su potente cabezazo a la salida de un córner fue desviado por Alves en una gran acción de reflejos del portero brasileño.

Los protagonistas invirtieron los papeles. Le tocó al Valencia hacerse fuerte en torno a Alves a la espera de un contragolpe que certificara el triunfo. Se acomodó en defensa esperando que el paso de los minutos desvaneciera el ímpetu local. Encontró el Córdoba la vida en una acción de Heldon que se fabricó un penalti tras notar un ligero toque de Otamendi. La pena máxima fue transformada con parsimonia por Ghilas.

Tras hora y cuarto de prudencia, se desataron los dos equipos al que de poco les valía la igualada. Aceleró el Valencia e hizo saber la superioridad en nombres propios. Avisó Feghouli, después Parejo y finalmente Piatti, que, tras dejada de Negredo, con suspense y en semifallo, anotaba el tanto que da una importante victoria al Valencia. Con más oficio que lustre.

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