El Baskonia solo aguanta medio partido en Atenas
El Laboral Kutxa sucumbe en la segunda mitad ante un Olympiacos que jugó a medio gas
Hay muchos "baskonias", pero están en este. Hay un Baskonia intenso, ordenado, más o menos acertado, organizado como el de la primera mitad y hay un Baskonia cejijunto, obtuso, absolutamente desacertado, desordenado como el de la segunda mitad en Atenas. Algo tuvo que ver en su confusión que el Olympiacos es también un equipo con muchas caras, demasiados matices, que accedió al partido con una galvana más que notable, pero lo acabó con la cadena suelta, que dicen en el ciclismo.
Son viejos conocidos como clubes ambos equipos que se han enfrentado en 27 ocasiones lo que altera los pronósticos porque entre ellos ha pasado de todo. Pero aunque los clubes permanecen, los equipos cambian y hoy por hoy el Olympiacos vive en una estratosfera diferente a la del Laboral Kutxa que, sin embargo, ingresó al partido con una jerarquía que recordaba a los viejos tiempos. Le funcionaba todo: el poder de sus pívots, acreedores a todos los rebotes, con Shengelia y Begic pavoneándose bajo el aro, la dirección de Adams o James, más eléctrica que ordenada, y hasta la muñeca de Bertans, con una aparición estelar, como si fuera un desconocido para el equipo griego.
OLYMPIACOS, 76; LABORAL KUTXA, 64
Olympiacos: Spanoulis (27), Petway (7), Dunston (7), Mantzaris (7), Darden (5) -quinteto inicial-, Hunter (14), Sloukas (2), Printezis (2), Katzivelis (0), y Lojeski (5)
Laboral Kutxa: Adams (12) , Causeur (3), San Emeterio (4), Begic (8), Shengelia (10) -quinteto inicial-, James (4), Iverson (6). Tillie (6), Hansbrough (5) y Bertans (6)
Árbitros: Jovcic (Serbia), Sahin (Italia) y Shulha (Ucrania). Eliminado James.
8.000 espectadores en el Arena Peace de Atenas. Cuarta jornada del Top 16 de la Euroliga.
Cierto que el Olympiacos seguía los distados de Spanoulis que circulaba como en una autopista atascada, café en mano y la otra mano en el volante. Con 17-18 concluyó el primer cuarto, en el que el Baskjonia llegó a alcanzar cinco puntos como máxima diferencia, casi siempre por delante en el marcador salvo un 10-9 y un 17-16. No era mucho, pero era suficiente para alimentar la autoestima. Más aún en el segundo, cuando se fue al descanso con un 28-37 que cuando menos debía inquietar al conjunto rojiblanco. En la primera mitad, el equipo vitoriano anotó cuatro de cinco triples, por uno de siete del Olympiacos.
Y en esto apareció Spanoulis. Da la impresión de que el genial base griego juega en bicicleta. No corre, no rompe, utiliza el cerebro y las manos más que las piernas. Aburrido de asistir a sus compañeros decidió incrementar sus estadísticas y resucitar a su adormecido equipo. Así, andando y fintando, atacó la canasta del Baskonia ue sascó su cara más triste. El equipo de Ibon Navarro se desordenó, se perdió cerca y lejos del aro. Los relevos ya no funcionaban y el tercer cuarto concluyó con un interesante 54-53 que mantenía vivo al Baskonia, aun a costa de perder su ventaja.
El parcial de 26-16 que le endosó el Olympiacos y las aportaciones de Spanoulis y Printezis le acobardaron. El último cuarto fue solo un ejercicio de impotencia. A falta de cuatro minutos y medio, a notó su primer punto. Y todos los que hizo en ese período fueron mediante tiros libres salvo un triple y una canasta final cuando el partido ya había muerto. Hay muchos baskonias y están en éste, pero prevaleció el lado oscuro. No era el mejor lugar para ganar, pero hay formas de perder.
CLASIFICACIONES
Grupo E
Real Madrid (4 victorias y 0 derrotas) Maccabi Tel Aviv (3-1), Alba Berlín (2-2), Barcelona (2-2), Galatasaray (2-2), Panathinaikos (2-2), Zalgiris Kaunas (1-3), Estrella Roja (0-4).
Grupo F
CSKA Moscú y Olympiacos (4 victorias y 0 derrotas), Fenerbahçe (2-2), Nizhny Novgorod (2-2), Anadolu Efes (2-2), Armani Milán (1-3), Laboral Kutxa (1-3), Unicaja (0-4).
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