Piscina, camilla y tareas en casa
Cristiano, con unos 50 partidos al año, busca la perfección en los detalles y Ancelotti destaca su capacidad de recuperación
“Busco la perfección incluso en cosas como dormir bien y alimentarme bien, si no me cuidara no podría jugar 60 partidos al año”, declaró Cristiano Ronaldo en una entrevista en France Football después de recoger el tercer Balón de Oro. El portugués del Madrid, que nunca quiere descansar, lleva en lo que va de temporada 30 partidos y 2.517 minutos, en los que ha conseguido 36 goles. La anterior la terminó con 47 partidos y se perdió unos cuantos por la tendinitis en la rodilla. De media, nunca baja de los 50 partidos (55 fueron en 2012-13 y 2011-12 y 54 en la 2010-11). “Tiene un cuerpo tan perfecto que parece construido con el ordenador”, solía decir de él Walter Di Salvo exdirector del centro de tecnificación de Valdebebas. “Tiene una capacidad de recuperación muy buena, Cristiano utiliza más tiempo para recuperarse que para entrenarse. Es muy bueno”, dice Carlo Ancelotti, el técnico que no duda en alinearlo todo lo que pueda.
“Lo que al principio era una diversión, se ha convertido en un trabajo”, dice Cristiano
El portugués cada día llega de los primeros a la ciudad deportiva de Valdebebas. Trabaja en la piscina siguiendo un programa de tratamiento con agua caliente y fría, se pone en manos de los fisioterapeutas y después salta al césped a entrenarse con el resto de sus compañeros. Terminada la sesión de trabajo vuelve a pasar por la camilla de los fisios. “Eso es lo que hace aquí y que vemos nosotros. Después, en su casa, hace otro tipo de trabajo. Y también está la genética, que es muy importante”, explicó ayer Ancelotti. En el caso de Cristiano, fundamental.
En su casa de la Finca, el portugués se hizo instalar una criosauna, una máquina para tratamiento con frío a extremas temperaturas. Son sesiones muy cortas, de dos o tres minutos a temperaturas de 200 grados bajo cero que sirven para tratarse de golpes y pequeñas lesiones y para recuperar más rápido del esfuerzo. En sus primeros meses en el Real Madrid (llegó en verano de 2009) en el cuerpo técnico le pidieron que bajara las horas de trabajo, que no hiciera tantas horas de gimnasio en casa.
Cristiano utiliza más tiempo para recuperarse que para entrenarse. Y luego está la genética", asegura Ancelotti
El tiempo libre que le queda, dicen en Valdebebas, Cristiano lo pasa con su hijo. Los empleados del club aseguran que las pocas veces que el pequeño visita a su padre en la ciudad deportiva, pide permiso hasta para coger una botella de agua. “Lo que al principio era un divertimento acabó siendo un trabajo. El fútbol ha pasado a ser una responsabilidad. Ahora es una diversión con objetivos. Llega un momento que te desafías a ti mismo, no tienes que demostrar nada a nadie. Te lo quieres demostrar a ti mismo. Puedes decir ‘ya gané todo, no tengo objetivos, puedo trabajar menos’. No. Hay que mantenerse, ser ambicioso”, confesó Cristiano en una entrevista.
Todos sus compañeros son testigos de ello. De su ambición, de su afán por superarse a diario y por cuidarse físicamente y de la dificultad que supone conseguirlo. “Nosotros podemos ver lo que hace entrenando. Pero seguro que fuera del día a día de Valdebebas, sigue un régimen estricto, trabajando y pensando como estar al cien por cien para ser el mejor”, dijo Arbeloa en Onda Cero. “A nivel mental compite contra sí mismo para mejorar cada día. No es solo una cuestión física. Creo que hasta que tenga esta motivación va a seguir marcando”, comentó ayer Ancelotti cuando le preguntaron si ve a Cristiano retirándose con 40 años en el Madrid y marcando goles.
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