‘No sé’ contra ‘no puedo’
Limitado el Levante, el Dépor no sabe vencerle
Querer y no saber, intentar y no poder. Ambos conceptos, representados por Levante y Deportivo, válidos los dos para ambos, se escenificaron en el Ciutat de València, un estadio que concede escasas alegrías a propios y extraños. El conjunto de Lucas Alcaraz chocó contra sus limitaciones, incapaz para crear, con escasos efectivos a la hora de atacar salvo en el tramo final del partido, sostenido por su sistema defensivo, suficiente para contener a un Dépor ortodoxo y más ambicioso, tierno y falto de efectividad en el área rival. El resultado: un empate a penurias.
Aprovechar las pocas oportunidades que se presenten resulta esencial para los equipos como el Levante o Dépor a los que les cuesta generarlas y materializarlas. Para finalizar lo que se crea ha llegado el ex jugador de Osasuna Oriol Riera al Dépor cedido por el Wigan inglés, que debutó en el segundo acto, pretendido también por el Levante que sigue buscando un delantero que garantice goles y sume puntos. Suena en Orriols el italiano Gilardino, todo un especialista, un campeón del mundo, quizá un sueño inalcanzable. Con Diop en la Copa de África también se le antoja conveniente un centrocampista defensivo que sume oficio y músculo, como si no hubiese poco con Simao y Sissoko, dos tallos con la justa capacidad creativa. El Levante no pretende ser quien no es. No engaña, para lo bueno o lo malo y le pone dedicación y empeño a las tres cosas que sabe hacer.
LEVANTE, 0-DEPORTIVO, 0
Levante: Mariño; Iván López (El Zhar, m. 67), David Navarro, Vyntra, Nikos; Simao, Sissoko; Morales, Víctor Casadesús, Ivanschitz (Xumetra, m. 79); y Barral (Rubén, m. 67). No utilizados: Jesús Fernández; Pedro López, El Adoua y Martins.
Deportivo: Fabricio; Juanfran, Lopo, Sidnei, Luisinho; Bergantiños, Juan Domínguez; Cuenca (Medunjani, m. 79), José Rodríguez (Laure, m. 86), Cavaleiro; y Toché (Oriol Riera, m. 57). No utilizados: Lux; Insúa, Manuel Pablo y Wilk.
Árbitro: Pérez Montero. Amonestó a Bergantiños, Víctor Casadesús, Barral, Lopo, Nikos, Sidnei y David Navarro.
12.560 espectadores en el Ciutat de València.
Más aparente en el juego, el conjunto gallego tuvo a los cinco minutos un contragolpe soñado, con tres jugadores esperando el remate definitivo y un solo defensor para detener lo que parecía inevitable. Con todo a su favor fallo el pasador, José Rodríguez, cuyo pretendido envío topó en la espalda de Vyntra. El ataque claro se perdió entre reclamaciones injustificadas de los gallegos que entendían que el defensa griego desvío el esférico con el brazo.
El Levante fía todo a su defensa, de inicio poco sincronizada ante el Dépor que, queriendo llevar la iniciativa, el rival le invitaba, sin embargo a la contra. Dos faltas a favor del Levante cerca del área de Fabricio, acabaron en sendas carreras deportivistas hacia Mariño mal conducidas y peor ejecutadas. La movilidad y velocidad de Cavaleiro daba pábulo a los centrocampistas coruñeses que encontraban en la generosidad del portugués líneas de pase. Más pulcro en el despliegue el Dépor, El Levante se topaba con sus limitaciones, dispuesto siempre al choque, premioso en la elaboración.
El Dépor intuyó que el Levante anda justo de fútbol, que se le presentaba una oportunidad notable en el Ciutat de València. Y tras el descanso se lanzó a por la victoria. Inédito en el primer acto, Mariño intervino felizmente en dos ocasiones en los primeros tres minutos con dos paradas de reflejos tras disparos cercanos de Toché y Sidnei. También apareció el portero cedido por el Valladolid al final.
Dispuesto a llevar la iniciativa, Víctor Fernández introdujo a Oriol Romeu, silbado por la grada granota por no aceptar el Ciutat de València como destino. Apostó Lucas Alcaraz por Rubén y El Zhar para revertir la dinámica. Nada cambió para unos y otros. No supieron o no pudieron.
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