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Las mejores futbolistas, contra el césped artificial en el Mundial

La FIFA tiene que pronunciarse antes del viernes sobre la demanda presentada por 61 jugadoras que ven “discriminatorio” no competir en hierba natural

Vero Boquete, en el Italia-España clasificatorio para el Mundial.
Vero Boquete, en el Italia-España clasificatorio para el Mundial.C. Villa (Getty)

La FIFA tiene hasta este jueves para responder a un requerimiento tajante del Tribunal de Derechos Humanos de Ontario (Canadá). El organismo regidor del fútbol mundial debe darse por enterado de que 61 de las mejores futbolistas del mundo han interpuesto una demanda en protesta por jugar el Mundial de 2015 sobre césped artificial, lo que consideran “inherentemente discriminatorio”, o arriesgarse a que el caso sea tratado sin su participación. Pese a que la FIFA, según fuentes jurídicas, se agarra a un tecnicismo para decir que no ha recibido por el canal correcto la documentación (“hasta entonces sería prematuro hacer comentarios”), el balón de la demanda ya está rodando, y va a toda velocidad.

Se verá un fútbol devaluado. Me sumo para que tenga más peso Vero Boquete, capitana de España

Las mejores jugadoras del planeta, entre las que se encuentra la española Vero Boquete, consideran “discriminatorio” competir sobre césped artificial porque “altera la forma en la que se juega el juego”; “somete [a las jugadoras] a un serio riesgo de lesión”; y “devalúa su dignidad, el respeto que sienten por sí mismas y su equilibrio mental, como resultado de requerirles que jueguen en una superficie de segunda categoría y frente a decenas de miles de espectadores en el estadio y una audiencia televisiva global”.

Las jugadoras piden ser tratadas como los jugadores, e incluyen en su demanda tres fotos de piernas heridas y calcetines ensangrentados tras jugar sobre césped artificial. Los organizadores argumentan que la demanda no debe ser atendida por procedimiento urgente, como piden las futbolistas, porque ha habido tiempo suficiente para presentarla desde 2011, cuando se anunció quién (Canadá) y cómo (con césped artificial) organizaría el torneo. Desde entonces, recuerda la federación canadiense en un comunicado, las seis ciudades-sede han acometido gastos para organizar la competición. El debate, finalmente, ha roto las puertas de los despachos para irrumpir entre las paredes de los vestuarios, donde tres futbolistas han denunciado que quitan su firma de la demanda como consecuencia de las presiones de sus federaciones nacionales.

Ningún torneo absoluto se ha jugado jamás sobre superficies sintéticas

“Dudamos de que el futuro del fútbol, a nivel masculino, sea sobre hierba artificial. Los dos próximos Mundiales [masculinos] ya están adjudicados y son sobre hierba natural. Es discriminación”, explica Boquete, de 27 años, que sabe que ningún Mundial absoluto se ha disputado en tapetes artificiales. “También hay una razón meramente deportiva: el fútbol cambia de un césped a otro, los tiempos de recuperación son diferentes, porque en campos artificiales sufres mucho más a nivel muscular … es un hándicap”, añade por teléfono la española, que juega en el Fráncfort, alemán. “Si no podemos ofrecer nuestro ciento por ciento, lo que van a ver los espectadores es un fútbol devaluado. Cuando te tiras o te caes en un campo de fútbol artificial, las heridas son fuertes. A nivel muscular, los agarres son diferentes, sufren más la espalda, las rodillas, los tobillos… Condiciona”, advierte la gran estrella de la selección española, que se ha clasificado por primera vez en la historia para un Mundial. “Esta demanda se inicia en EE UU, con las jugadoras de la selección estadounidense, y el resto nos hemos ido uniendo a la protesta y la demanda porque siempre va a tener más peso si es a nivel internacional”, cierra la única futbolista española que ha decidido apoyar la iniciativa.

Las piernas heridas de una de las demandantes.
Las piernas heridas de una de las demandantes.

Contactados por este diario, ni Ignacio Quereda, seleccionador español, ni la federación, a través de su portavoz, quisieron dar su versión sobre la denuncia de los representantes legales de las jugadoras, que argumentan que se está presionando a las futbolistas desde sus propias selecciones para que abandonen la demanda o no se sumen.

Ese ha sido el caso de la mexicana Teresa Noyola, a la que se habría amenazado con dejar de ser internacional; o de las francesas Camille Abily y Élise Bussaglia, a las que se habría hecho saber que su posición hería las posibilidades de la candidatura de Francia a organizar el Mundial femenino de 2019. “La federación canadiense niega categóricamente haber tomado represalias contra cualquiera de las demandantes”, dijo el organismo en un comunicado.

La mayoría de futbolistas, mientras tanto, guarda silencio.El balón todavía no ha echado a rodar, pero el Mundial ya se juega.

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