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'Little' Casey y el olfato de Puig

Un pequeño japonés fan de Stoner, paradigma de la búsqueda de talento en los países asiáticos

Nadia Tronchoni
Kaito Toba, de 14 años, comprueba la aerodinámica de su Honda.
Kaito Toba, de 14 años, comprueba la aerodinámica de su Honda. Asia Talent Cup

A los ocho años Kaito Toba se enfundó en su mono rojo, copia de aquel que lucía Casey Stoner en Ducati, y se plantó en el circuito de Motegi. Era el 2008 y su único objetivo era que el australiano, su ídolo, le firmara un pequeño póster que llevaba en las manos. Después de buscarlo por todas las casetas posibles del improvisado paddock del trazado japonés, de consultarle a Adriana, la mujer del piloto, y despertar la curiosidad de los presentes y algún periodista, el pequeño Kaito dio con el campeón. Y no sólo le autografió el póster; también le regaló un par de botas. Cuando el chico las cogió no pudo evitar un gesto, fue automático: las olió. ¡Eran las botas de Stoner! Y todo quedó grabado por una cámara de Televisión Española, que acabaría montando un vídeo de aquella persecución y su final feliz.

Tres años más tarde el pequeño Kaito se descubrió a sí mismo en aquel reportaje de la tele. Lo encontró por internet al hacer una búsqueda en Google con su nombre. Y se las ingenió para localizar al periodista que lo locutaba, Rubén Fernández, hoy integrado en el equipo de MovistarTV. Empezó a escribirle correos electrónicos y no paró de hacerlo hasta este año, cuando empieza a tomar forma su sueño, el de ser piloto de MotoGP.

Toba, que ahora tiene 14 años, es uno de los pilotos seleccionados para competir en la Asia Talent Cup, una competición monomarca impulsada por Dorna, propietaria de los derechos del Mundial de motociclismo, que busca talentos en los países asiáticos. Es el piloto que más carreras ha ganado, tres, y peleará este fin de semana en Sepang por el título de campeón. El circuito malayo acoge las dos últimas citas de la temporada, una este sábado, otra el domingo, y pondrá el punto y final –o punto y seguido, porque habrá otra edición en 2015– a una aventura que empezó un año atrás, con la selección de los participantes de entre 697 aspirantes.

Se trata de que entiendan de qué va esto. Y también de que nosotros entendamos si alguno puede ser un piloto de futuro” Alberto Puig

Hoy Toba compite junto a otros 21 corredores, unos cuantos japoneses, como él, y otros de Malasia, Indonesia, Tailandia, China, Singapur y las Filipinas. Todos ellos corren con motos Honda de Moto3, NSF250R, y gracias al apoyo económico de Shell, patrocinador principal de las series. Y todos ellos pasan el escrutinio de Alberto Puig, expiloto y con un olfato magnífico para encontrar diamantes en bruto. “Se trata de formar chavales, de que entiendan de qué va esto. Y también de que nosotros entendamos si alguno tiene madera o potencial para ser un piloto de futuro, con proyección, que es una de las cosas más difíciles”, explica Puig, que ya puso en marcha una iniciativa similar en España impulsada gracias a la inversión de Telefónica.

Allí, en aquella copa de promoción, descubrió a Pedrosa, entre otros, y lo eligió pese a no haber ganado la competición. Lo mismo ocurrirá ahora. No necesariamente será al ganador a quien Dorna y Puig le busquen un futuro. “Yo soy especialista en eso, en llevar la contraria”, ríe el expiloto, que confiesa que todavía no saben cómo lo harán, pero asegura que se hará un seguimiento de los mejores pilotos salidos de esta Asia Talent Cup. Puede que el camino sea buscarles un hueco en el Campeonato de España, o en la Rookies Cup europea. Y quizá tenga la oportunidad Toba. “Es de los pilotos más potentes que tenemos. Tiene un poco más de experiencia que los otros”, explica, pues el pequeño japonés ha participado en muchas carreras en su país. De hecho son los japoneses los que están un escalón por encima del resto en esta copa, “por tradición”, apunta Puig.

Respecto a los pilotos occidentales se advierten diferencias en la pista que el de Barcelona trata de pulir imprimiendo carácter a los chicos: “En occidente somos más impulsivos, temperamentales y agresivos en ciertos momentos. Aquí la gente es más tranquila, más sumisa, respetuosa. Y eso es muy bueno para la vida, pero para competir no es lo ideal. A ver si podemos enseñarles algo”. Esa es una de sus tareas, enseñarles a competir. Otra tiene mucho que ver con la disciplina, esencial a esas edades –el piloto más mayor tiene 21, los más pequeños (Toba es uno de ellos), 14–, y para eso se ha impuesto un modelo “bastante germánico”, según el ex representante de Pedrosa.

No le debe importar mucho a Kaito, que aunque siempre supo que sería piloto, se ha adelantado a sus propias expectativas: “Competiré en Europa en 2015. Acuérdate de mí, por favor”, le escribía a Rubén Fernández, con sólo 12 años, y en un inglés bastante correcto aunque él insistiera en excusarse por su “pobre español e inglés”. “Llegaré al Mundial algún día y me reencontraré con Stoner en la parrilla. Ven a entrevistarme otra vez entonces”, le decía. Y firmaba: de parte de Little Casey, desde Japón. Stoner ya ha colgado el mono, pero él ya ha estado en la parrilla.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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