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Raúl se cita con el Cosmos

El delantero jugará en el equipo neoyorquino, que trata de reactivar su leyenda de los años 70.

Raúl, con el Sadd en el trofeo Santiago Bernabéu 2013.
Raúl, con el Sadd en el trofeo Santiago Bernabéu 2013.Claudio Álvarez

Un año de negociaciones está a punto de hacer confluir a Raúl González Blanco, el jugador con más goles en la historia de la Champions (71), con el legendario Cosmos, el equipo que llenó de fútbol y de gente los estadios de Estados Unidos en los años setenta y ochenta. La idea de Raúl, madrileño de 37 años, sería jugar unos meses, de abril a junio de 2015, y después pasar a entrenar en la futura cantera del club. El exdelantero del Madrid está muy interesado en entrenar y formarse antes de regresar a España para iniciar otra aventura profesional, seguramente en el Madrid, que le mantiene las puertas abiertas.

Raúl completará así un máster en fútbol internacional compuesto por 16 temporadas en el Real Madrid, dos en el Schalke alemán (donde ganó una Copa, en 2011, ante el Duisburgo) y tres en el Al-Sadd qatarí, donde finaliza esta campaña. ¿Qué le espera en Nueva York? “Es un club mucho más amateur comparado con los que hay en España”, explica Marcos Senna, el mediocampista internacional español de origen brasileño que sigue jugando, a los 38 años, en el New York Cosmos. "Raúl dará mucha fuerza a la institución y mucha experiencia a los chicos", añade Senna, rodeado ahora de chavales en el equipo, muchos procedentes de las universidades del país.

Raúl le dará fuerza a la institución y experiencia a los chicos”, dice Senna

El Cosmos quiere recuperar el esplendor de los viejos tiempos, cuando Pelé, el mejor futbolista del mundo, llegó a congregar a 78.000 espectadores en el Giants Stadium en 1978. Ahora Pelé ha vuelto como presidente de honor y visita a los jugadores dos o tres veces por temporada. Es todo un acontecimiento para unos chicos con poca experiencia profesional, que juegan en un campo universitario, en Long Island, con capacidad para 13.000 espectadores, aunque nunca se llena. El Cosmos pretende construir un estadio nuevo, pendiente de la aprobación del Gobierno local, y poner en marcha una escuela que Raúl contribuiría a poner en órbita. El equipo, entrenado por el venezolano Giovanni Savarese, participa en la NASL, una especie de Segunda División, a rebufo de la MLS. "Aquí puedo ir a un restaurante y no sentirme observado. La vida es muy distinta. No me conocen por la calle. Solo los latinos y los europeos. Y me gusta esa privacidad", cuenta Senna. "El club se está reestructurando, está empezando, pero es ordenado y no le falta de nada. Tiene todo lo que un jugador necesita", continúa el campeón con España en la Eurocopa de 2008. "Paramos en diciembre y enero por el frío. Volvemos a jugar a mitad de abril", añade.

Es un club casi ‘amateur’ que juega en un campo universitario y quiere construir un estadio

El regreso del Cosmos se produce 25 años después. Fundado en 1970 por los hermanos de origen turco Ahmed y Nesuhi Ertegun, ejecutivos del sello discográfico Atlantic Records, y gestionado por el presidente de la Warner Brothers, Steve Ross, se convirtió en una de las entidades más populares del planeta. Hasta que se cansó la Wagner y se fue a invertir a otro lado. Fueron años en el limbo, aunque la marca del Cosmos nunca desapareció. Sus derechos pertenecen desde 2009 a Paul Kemsley, exvicepresidente del Tottenham, que anunció la reactivación de la marca comercial en agosto de 2010 con Pelé como gancho. Más tarde le tocó el turno a Senna y en primavera llegará Raúl. En la colección de leyendas que han poblado el Cosmos, el jugador con más goles oficiales en la historia del Madrid (323) está a punto de ocupar su lugar.

Pelé, Beckenbauer y (casi) Cruyff

"Yo jugué en un equipo de monstruos". El gallego Santi Formoso describió así su paso, como lateral izquierdo, por el Cosmos de los años setenta, en un equipo de globertrotters del fútbol, compañero de habitación en una gira de Pelé. Aquel Cosmos viajó por el mundo dando exhibiciones, también a China porque Mao Tse Tung quería ver a Pelé. En su estadio de Los Gigantes, eran frecuentes las visitas de Muhammad Ali y Mick Jagger, invitados por la Warner.

Una colección de estrellas venidas a menos. “Carlos Alberto [lateral, capitán del Brasil de México 70]”, relata Formoso, “jugaba de líbero, Beckenbauer por delante de la defensa, Vladislav Bogicevic, un zurdo repleto de clase del Estrella Roja, Neeskens, que era un panzer, un todoterreno. A Cruyff lo fichó el Cosmos, pero no llegó a jugar porque se lo regalaron a Los Angeles Aztecas de Rinus Michels porque había que repartir las estrellas para levantar el fútbol. Teníamos 17 internacionales”.

Uno de ellos, Giorgio Chinaglia, un delantero que se paseaba con pistola en su etapa en el Lazio, fue enemigo declarado de Pelé en Nueva York. Y ya retirado, se hizo con el control del club, en números rojos. No pudo rescatarlo. En 1985, el Cosmos cesó su actividad por escasa asistencia. Y ahora el gigante empieza a despertarse.

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