El Levante se precipita en la crisis
El club valenciano atraviesa su peor depresión en cuanto a sus resultados desde la última vez que ascendió a Primera para disputar la Liga 2010-2011
El Levante atraviesa su peor crisis de resultados desde la última vez que ascendió a Primera para disputar la Liga 2010-2011. Entonces el club se encontraba en proceso de reconstrucción tras el concurso de acreedores, y no precisó de armar una gran plantilla para mostrar un excelente nivel competitivo. En aquella primera temporada en Primera, el Levante obtuvo un 0-0 contra el Madrid de Mourinho. Los siguientes resultados de las visitas madridistas al Ciutat de València revelan un duelo parejo: 1-0, 1-2, y 2-3. Hasta este sábado hubo resistencia. El 0-5 marca el final de una época.
El técnico levantinista, José Luis Mendilibar, quiso lanzar un mensaje de optimismo en medio de la pesadumbre. “Estoy convencido de que el equipo cogerá la onda”, dijo tras la goleada. “Hemos hecho veinticinco minutos buenos en la primera parte, pero en la segunda, cuando el partido estaba decidido, hemos arriesgado demasiado y facilitamos el contragolpe del rival, que nos ha goleado. Con el 0-3, deberíamos haber hecho otro fútbol y no tratar de hacerles daño”.
La marcha de Joaquín Caparrós este verano dejó la caseta del club valenciano huérfana de un líder cuya ideología futbolística armonizaba con la historia reciente del club. De algún modo, los postulados de Caparrós se parecían a los de Luis García Plaza y JIM, sus predecesores. Mendilibar supone un cambio. El técnico vasco es de otra escuela. Quiere elaborar más, dedica mejores entrenamientos a mover la pelota. De algún modo, va contra la cultura de una plantilla generalmente acostumbrada a otra cosa. El comienzo de curso habla de problemas evidentes: cinco derrotas, dos empates, y una victoria; 20 goles en contra y cuatro a favor. La defensa granota es la peor del campeonato.
“Nosotros tuvimos la ocasión que salvó Modric en la línea de gol”, recordó Mendilibar, señalando una jugada a balón parado que desembocó en el único disparo a puerta del equipo. “Tras el 0-2 es muy difícil jugarle a un equipo fuerte, rápido y técnicamente bueno. El problema no es dejar de ganar a Barcelona o Madrid, que ya han pasado por aquí con gente que no perdona. Lo que tenemos que hacer es ganar a los otros”.
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