Torbellino de pasión

La única vez en la historia que España superó los cuartos de final de un Mundial fue el 2 de octubre de 2010 en la República Checa tras una remontada inverosímil ante Francia. Después de ir perdiendo por 13 puntos en el último cuarto y con Sancho Lyttle lesionada, Amaya Valdemoro obró la gesta con 28 puntos, siete de ellos en el último minuto para forzar la prórroga. Aquella proeza quedó bañada en bronce con la primera medalla mundialista de la selección femenina. Este viernes, cuatro años después y en Turquía, el conjunto de Lucas Mondelo, con siete jugadoras de aquel éxito en el grupo, luchará por dar continuidad a la epopeya.

España logró el primer puesto de su grupo y la clasificación directa para cuartos de final del Mundial tras abrumar a la República Checa en su tercera tunda en el campeonato. Tras ganar a Japón por 24 puntos (74-50) y a Brasil por 27 (83-56), las de Mondelo se merendaron a las checas por otros 24 (67-43) y despejaron su horizonte rumbo al sueño de las medallas. La victoria les otorga dos días de descanso antes de medirse el viernes al ganador del Bielorrusia-China y les permite sortear a Estados Unidos y Australia, los cocos del torneo, hasta una hipotética final. El premio a otro ejercicio de exaltación de la pasión. Incansables y voraces, las españolas avasallan a sus rivales desde la abnegación más aplicada al recreo más estético. Sucumbieron las checas a otra de sus tormentas perfectas en defensa y en ataque, con un vibrante libro de estilo y la figura gigante de Sancho Lyttle (17 puntos y 14 rebotes).

“Era lo que soñábamos, lo que deseábamos. Los resultados parecen indicar lo contrario, pero ha sido muy duro”, explicó Mondelo tras sellar el pase a cuartos. “Estamos a un nivel defensivo enorme y aún tenemos margen de mejora porque cometemos errores en algunas situaciones, pero el equipo está con mucho ritmo. Hemos llegado al punto en el que debíamos estar y ahora vamos a intentar preparar muy bien ese partido, que es el que te abre las puertas de semifinales. Eso es ya increíble y un exitazo”, completó el seleccionador.

Bielorrusia o China, que se enfrentan hoy en el Abdi Ipekçi de Estambul por un puesto en cuartos, será el último obstáculo para que las campeonas de Europa peleen por la que sería la novena medalla de su historia en grandes torneos. España suma 23 medallas de la selección absoluta en grandes competiciones (8 femeninas y 15 masculinas), 15 de ellas conquistadas en lo que va de siglo XXI.

Con 74,7 puntos de media a favor y apenas 49,6 en contra, España practica un baloncesto vigoroso, agita desde el perímetro con un tropel de talentosas bajitas y martillea en la pintura con la productividad silenciosa de la espigada Lyttle. Manos rápidas en defensa y piernas veloces en ataque. Kilómetros de esfuerzo colectivo que encontrarán un respiro, al saltarse el cruce de octavos, ante de afrontar la traca final entre viernes y domingo. “Es lo que queríamos, tener dos días de descanso y pasar a cuartos contentas y con el trabajo hecho. Nos da igual quien nos toque. Nosotras tenemos que hacer nuestro trabajo con mucho respeto pero sin miedo a nada ni nadie”, apuntó Anna Cruz, la segunda máxima anotadora del equipo ante la República Checa con 12 puntos. “El equipo está muy bien. Hemos respondido en un partido complicado, hemos estado fuertes de principio a fin y se ha demostrado que estamos muy conjuntadas”, refrendó Sancho Lyttle, la máxima anotadora (17 puntos por partido) y reboteadora (13) del Mundial.