Brandao, seis meses de sanción por el cabezazo a Thiago Motta

Todo el mundo lo pudo ver. Unas cámaras situadas en el túnel de vestuarios del Parque de los Príncipes, el estadio del PSG, captaron el brutal cabezazo que le propinó Brandao, delantero del Bastia, a Thiago Motta, centrocampista del equipo parisiense, tras el enfrentamiento de la primera jornada de la Ligue 1, francesa, el 16 de agosto. Ahora, La Liga de Fútbol Profesional ha respondido con un castigo ejemplar: seis meses de suspensión, según ha informado el organismo.

"Brandao podrá volver a jugar el próximo 22 de febrero", anunció el Comité de Disciplina de la Liga en un comunicado.  El jugador, al que según el reglamento le podría haber caído hasta un año, ya se encontraba en suspensión provisional desde el 21 de agosto. El mensaje de su club tras la agresión fue claro: "Todo club en un momento de su historia puede verse confrontado a un error inaceptable de uno de sus asalariados. Los dirigentes, el cuerpo técnico y los jugadores no pueden sustituir a las instancias, las únicas habilitadas para pronunciar sanciones deportivas", explicó el Bastia en un comunicado. Aun así, el castigo para el futbolista podría ser aun mayor, ya que el próximo 3 de noviembre será juzgado por un tribunal correccional, por violencia voluntaria con premeditación.

Esta es la segunda vez en dos temporadas que el delantero es sancionado por cuestiones disciplinarias. El curso pasado Brandao cumplió tres partidos de suspensión por agredir con un codazo a Cabaye, también del PSG.

La decisión de la Liga coloca a Brandao en la lista de las sanciones más duras en el fútbol. A Eric Cantona le cayeron nueve meses en 1995, y dos semanas de prisión, después de darle una patada a un aficionado de 20 años en el campo del Crystal Palace. Juanito fue sancionado en 1986 con 14 meses por agredir a un árbitro y un año más tarde fue expulsado cinco años de las competiciones europeas por pisarle la cabeza a Matthäus. En la historia de los mundiales la sanción más dura se la llevó el iraní Samir Shakrr, por escupir a un árbitro en el Mundial de México 86; y Luis Suárez dejó en la pasada cita un ejemplo reciente: cuatro meses expulsado del fútbol por morder al italiano Chiellini.