Francia reclama al ‘desertor’ Ribéry
Platini amenaza con suspender tres partidos al jugador del Bayern, que anunció su marcha de ‘les bleus’ con 31 años, si no atiende la llamada de su selección: “Tiene que querer jugar”
Capital como lo es en su selección, la renuncia de Franck Ribéry no ha calado nada bien en Francia. El atacante del Bayern, de 31 años y aún mermado por una pubalgia que le impidió disputar el pasado Mundial de Brasil, anunció el pasado 13 de agosto su renuncia a jugar más partidos con les bleus. Pocos entienden en el país galo este adiós. Algunos, incluso, lo conciben como un acto de deserción. Es el caso del presidente del presidente de la UEFA, Michel Platini, que amenazó al jugador con castigarle con tres partidos de suspensión con su club si mantiene su postura.
“Ribéry no puede decidir unilateralmente si juega o no para Francia. Si el seleccionador Didier Deschamps lo convoca tiene que acudir con la selección”, apunta el mandatario en una entrevista publicada por el dominical alemán Bild am Sonntag. “Si se niega, será suspendido tres partidos con el Bayern”, agrega el dirigente francés, que se agarra a aquellos estatutos de la FIFA que determinan la potestad de un seleccionador para citar a un futbolista y que este tenga la obligación de atender la llamada de su país.
Es el momento de que otros lleguen a la primera línea. No hay que preocuparse por el futuro de Francia”
Anfitriona de la próxima Eurocopa, la de 2016, en Francia escuece la espantada de Ribéry, uno de los grandes iconos de les bleus en la última década. Con 82 partidos y 16 goles en su hoja de servicios —en dos Mundiales, los de 2006 y 2010, y otras dos Euros, las de 2008 y 2012—, el delantero entiende que su momento ha llegado. Los dolores de espalda que le obligaron a pasar por el quirófano en febrero persisten. “Quiero dedicarme más a mi familia y concentrarme en el Bayern. He vivido mucho. Es el momento de que otros lleguen a la primera línea. No hay que preocuparse por el futuro de Francia”, adujo.
Pese a que el relevo parece asegurado con la magnífica hornada que ya desfiló por Brasil, Deschamps tampoco acogió de buen grado la despedida a la carta de Scarface, en cuya marcha ven algunos franceses el despecho ante aquellos comentarios que apuntan a que el juego de les bleus mejora sin él, como sucedió en el último Mundial. “Si llamo a un jugador está obligado a venir. Tomó una decisión, pero mañana o pasado quizá cambie de opinión”, señaló el preparador, que pese a la advertencia no le convocó para los recientes amistosos ante España y Serbia.
En España, la Ley del Deporte obliga a asistir a las convocatorias de los equipos deportivos nacionales
La renuncia de Ribéry a Francia se une a la de Nasri, que a sus 27 años anunció que no volvería a jugar con los gallos tras quedar excluido de la Copa del Mundo en Brasil. Coincide, pero por motivos muy diferentes, con la de otros jugadores ilustres que dejarán de defender a sus selecciones como Xavi y Xabi Alonso con España; Gerrard y Lampard con Inglaterra; o Lahm y Klose con la campeona Alemania. Cuestionado sobre esto, Platini es tajante: “Él es francés, la próxima Eurocopa se juega en Francia, no en Polonia. Tiene que querer jugar” Y añade: “En el caso de Lahm, no se trata de una decisión de él, sino de Joachim Löw”.
España, en la línea de la mayoría de países, es estricta en este sentido. El artículo 76 de la Ley del Deporte trata como una infracción muy grave “la falta de asistencia no justificada a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales”.
Intentan las federaciones de este modo cubrirse las espaldas tras el dinero invertido en la formación de los jugadores. En Francia, el Centro Técnico de Clairefontaine funciona a pleno rendimiento. Ahí rompieron el cascarón muchos de los futbolistas que le condujeron al éxtasis del Mundial de 1998. También Ribéry, reconducido a partir de la pelota tras una adolescencia muy complicada y al que ahora reclama su país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.