“Soy una romántica de la vida”
Presume de arte andaluz y de belleza brasileña. Duane Da Rocha (Brasilia, 26 años) nació para nadar de espaldas, es de espíritu libre, flota como una mariposa, pica como una avispa y rechaza las normas. Antes de competir en la final de los 200 metros espalda retuiteó una frase: “Un pesimista ve la dificultad en cada oportunidad; un optimista ve la oportunidad en cada dificultad”. La crisis y los recortes llamaron a la puerta de Duane el año pasado. Se hizo más fuerte. Tuvo que volver al equipo de toda la vida, el CN Mijas. La campeona de Europa cuenta que se paga los viajes, le cuesta llegar a fin de mes y no tiene dinero para visitar a sus padres. Ayer cayó eliminada en las semifinales del 100 espalda, pero no pierde el brillo de su sonrisa.
Pregunta. Tiene que ser complicado nadar de espaldas y saber la posición que ocupa en la carrera. ¿Sabía que iba la última en los primeros 100 metros?
Respuesta. La verdad es que no tenía ni idea de que iba la última. No veía a mis rivales, yo sólo tiré a morir. Tenía una estrategia a seguir que era romper en los últimos metros y me salió de lujo. Ahora lo veo por televisión y me impresiona. Fue brutal.
P. Es de ese tipo de deportistas genuinos que o quedan primeros o últimos. ¿Va en su carácter?
R. Por supuesto. Soy así. Siempre una incógnita. Tengo ese puntito sano de locura. Cuando voy a un gran campeonato, o supero las expectativas y bajo mis marcas o me llevo una gran decepción.
Tengo ese puntito de locura. O bajo mis marcas o me llevo una gran decepción”
P. Además, su alma libre nunca se ha callado ante lo que considera injusticias. Le ha cantado las cuarenta a la Federación anteriormente. ¿Se considera una romántica de la natación?
R. Una no puede cambiar fuera de la piscina. No sólo soy una romántica de la natación, soy una romántica de la vida. Tengo que hacer muchos sacrificios para poder entrenarme. Y el año pasado recibí un palo muy gordo que me hizo más fuerte.
P. La echaron de su anterior equipo, el Canoe madrileño, por la crisis. ¿Llegó a pensar en la retirada?
R. No, quizás otra lo hubiera hecho, pero yo tengo una espinita clavada con los Juegos Olímpicos. Además, son en Brasil, el lugar que me vio nacer. Volver a Málaga con mi gente, con mi hermano, me ha traído este gran éxito. Soy la veterana, me entreno con chavales y eso me hace sentirme más joven. Nos transmitimos el entusiasmo mutuamente.
P. Batir el récord más antiguo de la natación española (Nina Zhivanevskaya, en 2000) era su objetivo desde que era niña. ¿Llega tarde ahora con 26 años?
R. Me ha costado una vida. Llevo mucho tiempo rozando la marca. Lo bueno se me ha hecho esperar. Era lo que necesitaba para quitarme las dudas. Ese tiempo (2m, 9,13s) me ha motivado y me dio la moral necesaria para afrontar la final.
P. De Zhivanevskaya a Da Rocha. De la fría Rusia a la tropical Brasil. Sus padres son brasileños y vinieron a Andalucía cuando usted tenía un añito. ¿La han podido ver en Berlín?
R. Yo me he criado en Málaga. Soy andaluza de pura cepa. Nina también vive en la provincia malagueña, en Torremolinos. Tiene algo de mágico. El tema de mis padres es jodido. No han podido estar conmigo. Hace un año volvieron a San Luis (capital del Estado brasileño de Maranhão). Hay meses que tengo que poner de mi bolsillo más de 500 euros para hacer concentraciones. Tengo unos ahorrillos de las Becas ADO y llego a fin de mes con lo justito. Imagínese para poder pagarse un billete para Brasil, con lo que cuesta. No he podido ni ir a visitarlos todavía... Ojalá puedan verme en Río.
P. Las mujeres españolas suman 63 medallas en grandes campeonatos de natación en los últimos seis años; los hombres, ocho. ¿Qué tienen ustedes que necesiten ellos?
Hay meses que pongo de mi bolsillo más de 500 euros para hacer concentraciones”
R. Somos muy luchadoras. Los nadadores en España necesitan abrir nuevos caminos, alguien que les marque la pauta y les permita reinventarse. Por cuestión de talento no es.
P. Usted es campeona de Europa y dice que le cuesta llegar a fin de mes. ¿Nota machismo en el deporte?
R. Dentro de la natación española las mujeres somos referentes y no existe el machismo. Pero si sales fuera de lo que es la natación a nivel profesional, se nota que el sexismo sigue presente en muchas actitudes de la gente que no está dentro del deporte.
P. Fue elegida como la deportista más sexi del equipo español de los Juegos Olímpicos de Londres y se habló más de eso que de sus marcas. ¿Es una brecha social?
R. ¡Y qué vergüenza pasé! Muchas veces se olvidan de que somos deportistas. Necesitamos otra cultura. Aunque eso a veces nos da vidilla. Una vez posé con el Canoe para poder costearnos los viajes de competición. Con esta medalla de oro no me puedo quejar, he salido en portadas y por fin me empiezan a llamar para muchas entrevistas por lo que hago. El esfuerzo ha merecido la pena.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.