Jiménez, tras la sombra de Hugo
Son muchas las coincidencias entre el nuevo fichaje del Atlético y el gran ariete mexicano
Al nuevo fichaje del Atlético de Madrid, Raúl Alonso Jiménez Rodríguez (México, 1991), le persigue la sombra de otro delantero mexicano, quizá el más grande de todos: Hugo Sánchez. “Ha tenido un comienzo de carrera parecido al mío. Ambos llegamos al Atlético de Madrid desde México con 23 años, ambos jugamos unos Juegos Olímpicos y fuimos, antes de ir a España, máximos goleadores de la Liga mexicana”, recordaba el exfutbolista en una reciente entrevista. Otra de las conexiones entre los dos es la cercana e inquietante presencia del Real Madrid, irreductible rival rojiblanco, donde Hugo Sánchez se consolidó como un temible ariete tras un polémico traspaso, y club al que Jiménez ha declarado en el pasado muestras de afecto.
Los mensajes en Twitter del hasta el miércoles delantero del América de México animando de manera confesa al eterno enemigo han levantado una fuerte polvareda entre los seguidores del Atlético. Pero no será esta la primera ocasión en que un jugador tenga que demostrar su profesionalidad por encima del sentimentalismo. Ni tampoco será la primera vez para Jiménez. Nacido un Tepeji del Río de Ocampo, un pueblo del Estado de Hidalgo, dio sus primeras patadas al balón en las categorías inferiores del Cruz Azul, el equipo insignia del Estado. Con apenas 10 años, sus padres se mudaron a la Ciudad de México y el chaval entró en las filas del América, donde fue subiendo peldaños hasta completar su temporada más brillante en 2013, logrando el título de liga, siendo el máximo goleador y uno de los jugadores más queridos de la hinchada de los Aguilas. Pero su padre aún recordaba no hace mucho, en una entrevista, que cuando se enfrentaba de alevín al equipo de su ciudad, su hijo le decía. “¿Papá, cómo le voy a meter un gol a Cruz Azul?”.
Tras dar el salto al primer equipo en 2011, Jiménez fue seleccionado al año siguiente para disputar los Juegos Olímpicos de Londres. La escuadra mexicana, encabezada por una generación de jugadores que practicaba un fútbol alegre y desenfadado como el propio Jiménez, Giovani dos Santos o Javier Aquino, se colgó la medalla de oro tras ganar (2-1) a Brasil en la final.
Luis Fernando Tena, el entrenador de aquella selección, define así al delantero: “Es un jugador que mete goles, pero también sabe jugar, da muchos pases de gol. Está muy bien estructurado mentalmente, tiene todo para triunfar. Este fichaje le llegó en un momento exacto y en un equipo ideal. Ojalá que le vaya muy bien”. En sus cuatro años con el América, ha disputado 102 partidos con un saldo 39 tantos. Su gol más trascendental, y a la vez uno de los más hermosos, fue sin duda el que le endosó a Panamá en la Concacaf el año pasado. Era el penúltimo partido de la competición y México necesitaba ganar para seguir con opciones de clasificación para el Mundial. El encuentro estaba empatado a uno y faltaban cinco minutos para el final. Con la selección mexicana volcada sobre la portería panameña, Jiménez decide retrasar unos pasos su posición de nueve. Recibe de espaldas un pase mordido sobre la línea del área; tras el control el balón se eleva por encima de su cabeza mientras los dos centrales se le acercan por detrás. Jiménez resuelve con una formidable chilena que coloca el balón en la red, pegado al palo derecho. Un recurso, la chilena, de nuevo con inevitables ecos a Hugo Sánchez.
“Es un futbolista con una gran condición técnica. Tiene hambre, es fuerte, potente y estoy seguro que le vendrá muy bien al Atlético. Es una gran contratación”, señala el entrenador de México, Miguel Piojo Herrera. La prensa de su país celebra el saltó de Jiménez a Europa. El diario deportivo Record ha lanzado ya una encuesta a sus lectores. La pregunta es: ¿será el goleador del equipo e igualará a Hugo Sánchez o pasará sin pena ni gloria y regresará a México?
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