_
_
_
_
_

La valla maldita de Víctor García

El atleta madrileño, que aspiraba a medalla, se da el gran morrazo al tropezar en el último obstáculo

C. Arribas
Víctor García es atendido tras tropezar con el último obstáculo.
Víctor García es atendido tras tropezar con el último obstáculo. PHIL NOBLE (REUTERS)

Víctor García tropezó y se cayó de morros, con la cara golpeando violentamente contra el tartán en la última valla de la semifinal de 3.000 metros obstáculos. El atleta de Rivas no terminó la carrera, se quedó tendido, angustiosamente, cuan largo es, sobre la pista. La final (el jueves a las 19.45) se disputará sin uno de los mejores, uno de los atletas españoles que aspiraba a medalla. Sí que lograron el pase, por tiempos, en su semifinal, Sebastián Martos y Ángel Mullera.

Víctor García esprintaba como si le fuera la vida en ello. La semifinal se le había complicado. Después de estar toda la carrera por los primeros lugares, cuando se empezó a correr en serio, en la última vuelta, se vio, de repente, séptimo, octavo. Después de la última ría, al obstaculista madrileño no le quedaba más que la recta y una valla para lograr quedar entre los cinco primeros con acceso directo a la final, una obligación, pues su carrera había sido muy lenta. “A Víctor le gusta correr atrás, pero en las últimas vueltas es muy seguro y ya sabe estar delante”, dice Ángel Mullera, quien contempló desde la pista la caída de su compañero. “No iba bien colocado, pero también tiene muy buen final y estoy seguro de que habría logrado quedar quinto”.

Por el exterior el madrileño intentó pasar el último obstáculo con tanta fuerza e ímpetu, con tanta desesperación, quizás, que calculó mal después de pelearse por un hueco con el alemán Steffen Uliczka y su rodilla derecha chocó contra la madera. “He visto la caída y me ha afectado muchísimo”, dice Sebastián Martos, amigo de García. “Seguramente por eso no he hecho la mejor carrera de mi vida en mi semifinal”.

El atleta, una de las grandes esperanzas españolas de medalla pues está en magnífica forma, fue evacuado en camilla, mareado, y no recordaba nada de la carrera. “Solo tenía un flash en la cabeza de la caída, no recordaba más”, dice José Luis Peiró, responsable del equipo español, quien de entrada había solicitado una revisión del vídeo pues sospechaba que el atleta alemán había actuado antirreglamentariamente. Un flash que seguramente llevaría al madrileño a un momento similar sucedido hace dos años, en la última valla de la final de los Europeos de Helsinki. Entonces, García, siempre valiente, esprintaba a muerte por la victoria codo a codo con el gran favorito, el francés Mekhissi. Tropezó y cayó al suelo el atleta de Rivas, pero aún fue capaz de levantarse y terminar tercero, medalla de bronce, tan grande son su valor y su calidad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

C. Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_